martes, 29 de mayo de 2012

UNA PARTE DEL TODO

Si todos los caminos conducen a Roma, en Neuquén la ruta del cáncer lo haría al petróleo. A pesar que las autoridades sanitarias admiten que las enfermedades oncológicas son la principal causa de muerte en la provincia y en toda la región, nunca hubo un informe oficial sobre las causas de estas patologías; y tanto la iniciativa de hacer un censo de ese tipo de enfermos en Cutral-Có y en Plaza Huincul, como la de crear un registro provincial, nunca prosperaron. Sin embargo, la División Delitos Ambientales de la Policía Federal y el Laboratorio de Toxicología y Química Legal de la Corte Suprema de Justicia determinaron que en Añelo, localidad ubicada a 100 km de la capital provincial, en la que prima la actividad vinculada al petróleo, miles de habitantes presentan medidas alarmantes de mercurio, cromo y plomo en sangre, mientras que el agua del lago está contaminada 500 veces por arriba de los valores admisibles. Una lugareña, Cristina Cherqui, a quien años atrás le habían detectado metales pesados en la sangre, falleció el 16 de abril, a los de 55 años de edad. Ironía de la vida, murió el mismo día que en Buenos Aires se anunciaba el Proyecto de Ley que, entre otras cosas, disponía la recuperación del  control de YPF.
El de Cherqui no es el único caso consecuencia de los daños ambientales que producen las compañías petroleras. No lo es en número ni en tipo ni origen. Además de consecuencia de los daños ambientales, podría agregarse: de “sistemas que protegen intereses a costa de la integridad, seguridad y derechos de las poblaciones”, como resaltó recientemente el Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina (Ocmal) respecto de esa otra actividad extractiva, la megaminería, que plantea conflictos que en cierta forma se emparentan con la anterior.
El hecho que en el período 2003-2007 la Argentina haya multiplicado por 7 la cantidad de proyectos mineros, permitió a Ocmal sostener que nuestro país “está inscripto en la carrera por convertirse en un país minero por excelencia”, y proyectar también la posibilidad de que “se insista en la criminalización de la oposición a la minería en un escenario de esfuerzos por profundizar el modelo extractivo”; algo que no parecería exagerado si se tienen en cuenta lo primero y lo sucedido en distintas protestas populares en el NEA, antiguas y no tanto, a contramano de la decisión tomada en la Casa Rosada de no reprimir la protesta social.
Otro foco de desencuentros pero en otras latitudes de “la Argentina profunda”, como gusta llamar la Presidente, son los bosques nativos conocidos como El Impenetrable, un área de 4 mill de hectáreas, protegido por Ley. Un pulmón del planeta. Greenpeace denuncia al gobernador del Chaco, Jorge Capitanich, por los desmontes para ganadería intensiva que están dejando sin hogar a especies animales en peligro de extinción y a campesinos e indígenas.
Y si de intereses privados al desnudo se trata, basta nombrar Libertador General San Martín, en la provincia de Jujuy, la localidad con el promedio de vida más bajo de América (43 años), en parte producto de las dolencias respiratorias que provoca el desecho de la caña de azúcar: el bogazo, pero donde nadie consigue un certificado médico que lo indique. Libertador General San Martín enclave del ingenio azucarero Ledesma, propiedad de los Blaquier; los dueños de la tierra, de la vida y de la muerte allí, como los definió recientemente la periodista Adriana Meyer.
En la mayoría de estos casos “el conflicto se presenta entre las políticas de crecimiento y desarrollo económico -en pos de construir una sociedad más equitativa-, y la protección del medio ambiente y de los pobladores de las localidades involucradas; incluidos el acervo cultural y las formas y medios de vida, como  Derecho”, como ya se dijo en “DE INVISIBLES A VISIBLES”. Y los intereses económicos privados tampoco son ajenos, aunque siempre o casi siempre se trata de protagonistas tras bambalinas. Hasta que se desenmascaran.
La razón de este tour es hacer un pequeño recorrido por distintas realidades de nuestra realidad global y comprender lo mucho que falta por hacer, por cambiar, por corregir. No para saltarle al cuello al Gobierno y luego cruzarse de brazos esperando a -o haciendo- que haga o caiga. Es reconocer que existen situaciones que avasallan Derechos con la connivencia de particulares, policía, justicia y política, según los casos, y que eso debe terminar. Pero que la construcción de soluciones demanda trabajo en conjunto, participación; y sinceridad a la hora de invocar el deseo de cambios en nombre del futuro.
Inclinarse por el proyecto en construcción no es ser rehén. No necesariamente es ser “K”.

viernes, 25 de mayo de 2012

NUEVO AMANECER

Un día como hoy, 25 de mayo, hace exactamente 9 años, las aguas se dividieron. Sucedió cuando Néstor Kirchner asumió la presidencia de la Nación. Por un lado el poder político y, por el otro, los señores del poder fáctico; por un lado quienes estrenaban mandato y, por el otro, los acostumbrados a condicionar gobiernos. Los primeros con la debilidad de haberse visto privados de la posibilidad de legitimarse y, como contrapartida, la fortaleza de contar con un modelo de desarrollo económico-social en mente. Los segundos, defensores y parte del modelo neoliberal que nos arrojó desbastados moral, espiritual y económicamente como país en la puerta del siglo XXI, los grupos económicos concentrados y los personeros del capital financiero, con la confianza propia de quienes siempre fueron ganadores por su capacidad tanto para hacer como para impedir.
Desde entonces, dos modelos de país entraron en pugna. Y éste, políticamente hablando, fue polarizándose: amanecer para los derechos de todos, ocaso de los privilegios para pocos.
A medida que la gestión del Gobierno fue avanzando la propuesta kirchnerista se transformó en un nuevo amanecer para vastos sectores sociales, como seguramente sucedió hace 202 años con el chispazo que dio lugar al nacimiento de nuestra patria, un día como hoy de 1810; y a medida que esa propuesta fue sumando adhesiones en las calles y en las urnas, la diatriba de los voceros de quienes tienen sus necesidades satisfechas y sus problemas resueltos desde siempre o desde hace mucho, y de los reaccionarios, se incrementó. Sectores ofuscados, evidentemente a contramano del sentimiento mayormente extendido, que no cesan; insisten con sus ataques.
Uno de los casos más evidentes resulta ser el del multimedio Clarín, el oligopolio que demuestra sobradamente que no detendrá sus esfuerzos para ver al kirchnerismo desprestigiado y fuera del gobierno. Y, a juzgar por su intolerancia, su práctica periodística y su desajuste a la ley -para no ahondar más-, sus límites no son precisamente los de la ética.
Los periodistas Víctor Hugo Morales y Matías Martin mantuvieron una charla radiofónica hace aproximadamente diez días, en la que discurrían acerca de la necesidad de comprometerse o no con este momento histórico que transita la Argentina; una charla digna de reproducir en uno de sus pasajes. Dijo el primero: “No es con la indiferencia, no es por el camino del medio, no es haciéndonos los sota, no es pensando que un día como actor o como locutor o como periodista tengo ganas de trabajar en el grupo al que ahora tengo que criticar -que podría ser el Grupo Clarín-, no es por esa calle del medio que se va a construir una sociedad distinta. Es en la pelea de los que están del lado Magnetto de la vida y de los que están en la vereda de enfrente de ese lado Magnetto de la vida que tenemos que dilucidar. Porque los gobiernos, si vos me dijeras: “entonces, el gobierno…”, el gobierno lo vas a cambiar. El que sí estará con su mismo designio, con su mismo espíritu mafioso, con su misma soldadesca periodística, se llama Magnetto, que cuando no se llame Magnetto será de otra manera su nombre, será González, pero seguirá siendo Clarín; seguirá siendo un medio de comunicación que envilece la atmósfera de la discusión del país en nombre de sus intereses”.
Conceptos que demuestran tanto el nivel de enfrentamiento del mascarón de proa de los enemigos del Gobierno con éste como el de rechazo que genera en una parte de la sociedad. 
Inclinarse por un proyecto que, en términos generales, coadyuve al bienestar común bogando por mayor inclusión social y mayor equidad en la distribución de la riqueza -priorizándolas- y procure alcanzar un crecimiento sostenible sustentado en el trabajo -no en la especulación-, defendiendo para ello la soberanía política y económica de la Nación -libre de intromisiones foráneas- y devolviéndole al Estado su rol de regulador y arbitrador, no necesariamente es ser “K”. Es definirse por un modelo de país al que se aspira, que en este caso coincide filosóficamente con el proyecto que se encuentra en construcción y se ubica en las antípodas del capitalismo salvaje; es definirse a favor del cambio, a favor de un proceso de transformación que conduzca a ese otro modelo de país que resulta deseable.
Pretender igualdad de ideas y posturas es aspirar a imposibles. Tampoco es sano. No así que las diferencias que inevitablemente surjan en el colectivo ubicado en la vereda de enfrente del lado Magnetto de la vida –como definió VHM- pueden ser dirimidas. Las discrepancias en lo que hace a las necesidades y problemas a resolver, sus matices, las prioridades, las formas y mucho más, canalizadas adecuadamente, pueden convertirse en convergencia de la diversidad. Se trata de participación. Diálogo y construcción conjunta de soluciones postergadas, cambios en nombre del  futuro para ese amanecer de nuevos días que la mayoría (54,11%) manifestó querer regalarse.
Inclinarse por el proyecto en construcción no es sostener que todo está bien; tampoco que no se reconozcan errores, que no haya que ajustar algún rumbo o corregir alguna cuestión. Es aceptar que todavía falta. No es ser rehén. No necesariamente es ser “K”.
En labios y letras de molde de quienes comulgan con un proyecto contrario, “ser K” conlleva desdoro. Es parte de su forma de estigmatizar sistemáticamente al Gobierno y a quienes no lo atacan, como pieza de la construcción de la falsa dicotomía “K – antiK”. Es parte de la frustración de los centinelas de sus propios intereses y de otros corporativos; frustración de quienes no pueden doblegar a este Gobierno. Insulto a la inteligencia de quienes priorizan los derechos y los intereses todos para ese otro  modelo de desarrollo económico-social en construcción.

martes, 22 de mayo de 2012

HACER ESE GOLAZO

En función del vínculo que cada uno haya establecido con su tierra, desde lo afectivo “patria” puede sentirse de distintas formas y traducirse en muchas cosas. “Su tierra” entendida como la natal, o la adoptada, y en cualquiera de los casos compartida en armonía con muchos otros. Sin embargo, pareciera haber muchos que no la conciben así.
Mientras que por un lado hay gente ocupada en hacer de su tierra -esta tierra- un lugar entrañable, digno de vivirse y disfrutarse, abundan aquellos que se esmeran en agregar pesas al platillo contrario de la balanza. Hacen lo que les viene en gana con lo que es de todos, tomándolo como propio. Inclusive Derechos; en ocasiones, hasta el derecho a la vida. Son las barrasbravas, a veces verdaderas organizaciones criminales.
No resulta novedad ni secreto para nadie la existencia de ese submundo en el que cohabitan todo tipo de tropelías de aquellas hinchadas que hacen del fútbol algo de lo que hay que cuidarse porque puede terminar en disgusto. Aquellas hinchadas que son más que un conjunto de pasiones exaltadas; que convierten los clubes en el lugar donde dan rienda suelta a sus ánimos más salvajes.
Podrán resultar desconocidos los verdaderos resortes que las mueven y los intereses que las protegen. Pero están, se ven. Y se ve cómo, de sendas manos, violencia, negocios y delito deslucen desde hace tiempo al más popular de los deportes de nuestro país; lo enlutan.
Resulta difícil de creer que no pueda hacerse nada para resolver la situación. ¿Tan comprometidas con esas organizaciones están la política y las dirigencias? ¿Tan enquistadas en la trama del poder están las barrabravas que no encuentran coto en su accionar?
El caso que da origen a este post es el del Club Atlético Independiente. El más reciente; tan reciente como notable. Un dirigente, Javier Cantero, que decidió ponerse del lado de la cordura y de los asociados que quieren bien a la institución deportiva que circunstancialmente preside. Socios, la razón primaria del Club, los verdaderos dueños; y sin  lugar a dudas, la mayoría. Respuesta de los barrabravas: desmanes, aprietes a él, amenaza de muerte al vice y de bombas en el colegio que pertenece al club. Respuesta del resto: fuerte respaldo  de los socios y tibio apoyo de otros clubes; también, en principio, compromiso de solución a futuro por parte de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y de legisladores y gobierno.
Club Atlético Independiente, un caso testigo que nos convoca a aportar nuestro granito de arena al golazo de reconvertir los estadios en lugares de encuentro de las pasiones sanas de multitudes; lugares de celebración.
Para terminar, ninguna letra refleja mejor la situación anterior a esta última planteada que “Hay palabras”, de Ignacio Copani. Seguidamente, parte de ella:

Qué tiene de brava la barra que baja con armas por la popular,
qué hazaña me quiere mostrar, qué mar engordó a estas pirañas,
que atacan de a cien por la espalda y tan solo la rabia pueden alentar.

Mejor se podría llamar:
cobarde terror de la cancha
o barras de la impunidad,
que pueden actuar a sus anchas…

Porque hay otra barra atrás de estas,
con barras de oro y de plata…
La barra que nunca se muestra…
La barra siniestra de saco y corbata.

Ay… Ay… Hay palabras, que se deberían cambiar…
Ay… Ay… Hay palabras, palabras para desarmar.

martes, 15 de mayo de 2012

¡¿ Y CÓMO NO... ?!

La expropiación del 51 por ciento de las acciones de YPF en manos de Repsol convertirá al Estado Nacional en accionista de un conjunto de empresas y proyectos donde la petrolera tiene participaciónEl alcance de la expropiación excede las fronteras nacionales y el sector de hidrocarburos… “, indica el completo artículo en el que el periodista Tomás Lukin “puso en evidencia la integración productiva a lo largo y ancho de la cadena de producción con la que cuenta la petrolera”. Un tema no tratado en demasía por los medios de comunicación, que habla de brazos que se extienden por todos los negocios vinculados al petróleo y alcanzan al del gas, la electricidad y hasta el de la producción de fertilizantes.
La pregunta que surge luego de leerlo es ¿cómo no iba a patalear y amenazar Repsol al verse privado de un plumazo de la llave de acceso a –o a una parte de- semejante universo de negocios? Más aún si conoció y entró al de la exploración y explotación de petróleo de la mano de YPF.
¿Y cómo no lo cuidó? Es que para el capitalismo salvaje no existen banderas, sólo negocios. Solamente cuentan los intereses propios. En una interpretación muy particular de aquello acerca de que la caridad bien entendida empieza por casa, Repsol creció en el negocio fuera del país invirtiendo las utilidades obtenidas aquí donde consideró que más le convenía. No reinvirtiendo en estas tierras.
Hoy la multinacional española está presente en 14 países de América latina y el Caribe, 8 africanos, 6 europeos y 4 asiáticos; e YPF hizo su aporte a la causa. Fue utilizada para solventar la expansión internacional y la exploración en otras latitudes. Sabiendo esto y otras cosas cobra más sentido la declaración del viceministro de economía, Axel Kicillof, en el Senado: "Qué van a entender estos empresarios lo que estamos haciendo en Argentina cuando están pensando en la expansión de un grupo que lo ha hecho con los dividendos que les dio nuestra compañía”.
En los años ’90 YPF se privatizó por unos 7.800 mill de USD y desde entonces Repsol giró dividendos por más de 13.200 de los 16.450 mill de utilidades que obtuvo en la misma moneda desde el año 1999, en tanto la inversión en exploración sólo alcanzó el 1,95% respecto de los ingresos obtenidos haciendo que tanto la producción como las reservas de petróleo y gas disminuyeran drásticamente. Por ejemplo, de 50% y 48% a 14% y 18%, respectivamente, en el último  de los casos.
¿Acaso no imaginaban los directivos que le quitarían el chupetín? La respuesta es un contundente ¡sí! De hecho Antonio Gomis, director general en Argentina, ya en noviembre del año pasado se desprendió de 2/3 de las acciones que había acumulado de Repsol. Seguramente previendo lo que vendría, su derrumbe, embolsó por entonces algo así como 208.000 euros, según publicó la revista americana Financial Times. Ello sólo algunos días después de que el director por el Estado Nacional en YPF, Roberto Baratta, dejó en claro que el Gobierno se opondría a la aprobación de las Memorias y Estados contables de la empresa; 3 meses antes que ese mismo representante viera impedida su participación en la reunión de Directorio en la que se evaluarían los resultados y acciones de la empresa durante 2011; meses antes que las provincias comenzaran a exigirle a la empresa mayor producción primero y a revertirle áreas concesionadas después, porque, en conjunto, vieron disminuidas sus regalías en más de 1.000 mill al año.
Pensar que no imaginaban consecuencias sería pecar de ingenuos. En todo caso, se confiaron de estar ante un Estado bobo y exprimieron lo más que les fue posible hacerlo; y hoy, Antonio Brufau Niubó, CEO de Repsol, perdido  por perdido, trata de que el fin de cuento resulte el último gran negocio para la empresa reclamando un precio desorbitado por las acciones que le expropiaron. Aunque todos los analistas parecen coincidir en que, a pesar de su inmenso poderío, tendría perdida la batalla. Hay antecedentes.
¿Cómo no esperar una conducta así de la multinacional española si su presencia ha estado a menudo salpicada de escándalos y acusaciones? Según escribe desde Madrid el periodista Roberto Montoya, el Tribunal Permanente de los Pueblos (1) condenó en 2007 a Repsol por violación de derechos humanos y atentado contra el planeta. También se la ha llegado a acusar de blanquear dinero del narcotráfico; de facilitar ayuda financiera a grupos paramilitares, responsables de crímenes de lesa humanidad; o de poner como condición para invertir en muchos países que el gobierno de turno reprima cualquier tipo de conflictividad social.
Hasta en el propio territorio español se ha lanzado la campaña ciudadana en contra, ante el intento de la compañía por iniciar explotaciones que pondrían en peligro varios espacios naturales protegidos cerca de las islas Lanzarote y Fuerteventura. ¿Lograrán evitar que hinque sus garras? Las áreas naturales protegidas, de importancia internacional, no son obstáculo para saciar su sed de lucro. Lo demuestran sus actividades en 5 Parques Nacionales y Reservas de Bolivia; el Parque Nacional Yasuní en Ecuador y la Reserva Llancanelo en Argentina.
Repsol, que de no tener materia prima en su país se extendió como una mancha de petróleo sobre gran parte del continente de América del Sur y de África, ha sido acusada por propios y extraños de generar un alto costo económico, ecológico y social en los países donde ha desembarcado”, sostiene el periodista Alejandro San Martín. En Argentina, además de las demandas judiciales con sentencia firme que perdió, actualmente la empresa enfrenta al menos 4 causas por contaminación que se traducen en reclamos millonarios en dólares. En alguno de ellos la consultora alemana Umweltschutz estimó que los trabajos remediación de la superficie afectada llevarán, por los menos, 20 años.
Bastó el voto de 120 Diputados para privatizar YPF durante la gestión del ex Presidente Carlos Menem. La ley recientemente promulgada dispone: “queda prohibida la transferencia futura de acciones sin la autorización del Congreso, votada por las dos terceras partes de sus miembros”. Misma condición que para una reforma constitucional. ¡¿Y cómo no aprender?!

(1)          Organismo internacional no gubernamental que se establece en el año 1979, como institución que tiene como misión específica garantizar un espacio de visibilidad, de toma de palabra, de juicio a las violaciones masivas de los derechos humanos, individuales y colectivos, y a los derechos de los pueblos, que no encuentran respuestas institucionales a nivel nacional o internacional.

viernes, 11 de mayo de 2012

FIN DE FIESTA

Declarar de interés público nacional el logro de autoabastecimiento de hidrocarburos, así como su explotación, industrialización, transporte y comercialización, es el fin primario que persigue la (ahora) Ley 26741, tal como lo indica el primero de sus artículos. Sin embargo, hemos visto que la expropiación de la mayoría accionaria de YPF monopolizó las notas relativas a su majestad el petróleo -argentino, en este caso- que se publicaron en la prensa escrita y las voces que se escucharon en el resto de los medios de comunicación locales desde hace ya casi un mes, como si aquella fuese el núcleo de la medida y no una consecuencia.
Obviando que la expropiación constituye un procedimiento de derecho público respaldado por el artículo 17 de la Constitución Nacional, el artículo 2511 del Código Civil, la Ley de Expropiaciones (Ley 21.459), el artículo 17 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el Concilio Vaticano II -¡casi nada!-, así fue tratado el tema por los medios que abrieron las ventanas de la casa a los fantasmas de todo tipo.
Y no sólo eso. Es dable estimar que lo más importante en su intencionalidad fue eludir hacer mención a que la ley en cuestión significa el fin de la desregulación de los hidrocarburos. Al declararlos de interés público, impone límites a la aplicación de las leyes de mercado; es decir: fin de fiesta. Un fin de fiesta no sólo para Repsol sino para toda la actividad petrolera, independientemente de la empresa.
¿Y qué garantizaría esto? La recuperación del control de YPF.
Raúl Dellatorre, periodista especializado en Economía, ilustró claramente y sin ambages las consecuencias de la desregulación: “… estableció la libre disponibilidad del crudo extraído. En la práctica, las empresas petroleras se adosaron la libre disponibilidad de las reservas, al agotarlas sin preocuparse por su reposición. También se desreguló en esa etapa la distribución de la renta, al eliminar el tributo del 10 por ciento sobre el valor del crudo que ingresaba a refinería, que se destinaba a la construcción de represas hidroeléctricas. El impacto fue que por más de una década (hasta después de 2003) no se inició una sola represa, mientras que las petroleras se embolsaron 400 millones de dólares adicionales por año.” … “La libre disponibilidad del recurso fue responsable, además, de que desde la privatización (1993) hasta fines de la misma década se construyeran varios gasoductos, pero ninguno para el mercado interno. El país llegó a exportar un tercio de su producción…, al amparo de los remunerativos precios internacionales y mientras se agotaban las reservas
¿Hace falta más para justificar la decisión presidencial, avalada por casi todo el espectro político en el Congreso? Bueno…, la República Argentina pasó del autoasbastecimiento a tener que importar hidrocarburos por más de 9000 mill de USD el año pasado.
Resultaría atendible una defensa encendida de sus intereses por parte de quien (Repsol) de repente vio arruinado su jolgorio -aunque sin tener la razón, estaría gastando sus últimos cartuchos en defender un pingüe negocio-, pero no es entendible entre argentinos bienintencionados. De entrada no más pudo leerse: “La Presidenta dio un portazo al mundo”, y otros títulos y conceptos catástrofe de esa prensa de siempre; aquella que defiende más lo ajeno que lo nuestro independientemente de su indisimulado encono con el Gobierno.
Lo único más cercano a la verdad que escribieron ciertas espadas del periodismo anti-K es acerca del nivel de audacia de la Presidente, que a esta altura ya no debería asombrar a nadie. Aunque como no pueden con su naturaleza -e ideología-, dando rienda suelta a su cinismo lo asemejaron con el del ex Presidente Adolfo Rodríguez Saa, cuando en vísperas de la Nochebuena de aquel diciembre negro del 2001 anunciaba la cesación de pagos de los compromisos externos de la Argentina.
En el Día del Himno Nacional Argentino, a todos esos periodistas EL GUARDAFARO les regala la letra completa de nuestra canción patria en TE CONTESTO. Quizás les haga bien.

martes, 8 de mayo de 2012

HABEMUS PETROLERA DE BANDERA

El Proyecto de Ley que el 16 de abril pasado la Presidente anunció que enviaría al Senado de la Nación, ya dejó de ser proyecto. La recuperación del control de la empresa YPF es ley. Fue sancionada, promulgada y publicada en el Boletín Oficial, como corresponde.
La principal iniciativa de reparación de los efectos devastadores de la re-estructuración neoliberal de los noventa -como la definió el periodista Alfredo Zaiat-, fue aprobada por abrumadora mayoría: 63 votos positivos contra 3 negativos y 4 abstenciones, en la Cámara de Senadores, y 208 votos positivos contra 32 negativos y 5 abstenciones, en la de los representantes del pueblo.
Nunca visto que una medida de la era K lograra tanto consenso. Lo sucedido en la Cámara baja con otras leyes de la misma naturaleza, lo confirma: la re-estatización de Aerolíneas Argentinas (agosto de 2008) arrojó 167 votos a favor y 79 en contra y la estatización de las AFJP (noviembre de 2008) cosechó 162 votos a favor y 75 votos en contra. Incluso sucedió lo mismo con otras memorables medidas de sello kirchnerista: la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final (agosto de 2003) fue aprobada por unanimidad de los presentes: 176 votos; o la Ley de Medios Audiovisuales (septiembre de 2009), que obtuvo 147 votos a favor, 4 en contra y 1 abstención.
Esta vez coincidieron el 86% de quienes tuvieron que tomar la decisión. Un consenso para celebrar. Conciencia por sobre los medios… y los miedos, que cierta prensa intentó instalar. Conciencia a pesar de algunos medios…; esos que reclaman consenso, que encuentran en su ausencia un motivo para horadar y cuando lo hay, si es contrario a su ideología o a sus intereses, se molestan y lo deslustran. La alusión es a medios de fronteras hacia adentro, obviamente; de fronteras hacia adentro pero que miran y admiran lo de afuera, incapaces de reconocer su pertenencia y aceptarse. Aquellos que se fastidian con quienes lo hacen, se incomodan con la autoestima de las mayorías cuando asoma, y entonces juegan su juego cínico con los hechos y los argumentos. Y hieren con las palabras.
Sea como fuere, pasaron quince días de adrenalina pura. YPF ya está entre nosotros. No porque la emoción haya prevalecido sobre la razón ni por patrioterismo, argumentos con los que pretendieron avergonzar los enemigos de lo nacional y lo público. Aunque todavía queden varias preguntas flotando, como se dijo en el postY PÉGUELE FUERTE” el “qué” y su “por qué” resultan perfectamente claros, excepto para quienes no quieren verlos y para quienes quieren que no se vean.
No importa conocer qué gringo me compra sino saber qué criollo me vende”, dijo el libertador José de San Martín. De los herederos de la pluma de Mitre no es de extrañar su coherencia. Para comprender sólo hace falta ver qué hizo éste en el poder y leer lo que escribió de aquel; y de Manuel Belgrano. Más contradictorio resulta del que fuera refugio de las huestes del autor de “Petróleo y política”; comando desde donde se irradiaban las ideas desarrollistas de Arturo Frondizi.
Ahora es momento de recomponer y hacer por parte de quienes tienen la responsabilidad de hacer. En nuestro caso, con más tranquilidad, momento de repasar los hechos para comprender cabalmente, sin el exitismo que nos caracteriza a los argentinos, la significación de, quizás, la decisión de mayor densidad nacional que haya sido tomada desde el año 2003.

martes, 1 de mayo de 2012

1 Y 2 DE MAYO


Al tándem de celebraciones y conmemoraciones de fines de abril le sigue el de los primeros días del mes que hoy comienza.

Monumento CANTO AL TRABAJO,
del escultor argentino Rogelio Yrurtia

"...salen de sus celdas. Se dan la mano, sonríen. Les leen la sentencia, les sujetan las manos por la espalda con esposas plateadas, les ciñen los brazos al cuerpo con una faja de cuero y les ponen una mortaja blanca como la túnica de los catecúmenos cristianos... abajo la concurrencia sentada en hilera de sillas delante del cadalso como en un teatro... plegaria es el rostro de (August) Spies (alemán, 31 años, periodista), firmeza el de (Adolph) Fischer (alemán, 30 años, periodista), orgullo el del (Albert) Parsons (estadounidense, 39 años, periodista), (Georg) Engel (alemán, 50 años, tipógrafo) hace un chiste a propósito de su capucha, Spies grita que la voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora... los encapuchan, luego una seña, un ruido, la trampa cede, los cuatro cuerpos cuelgan y se balancean en una danza espantable...". Así relató José Martí, como corresponsal en Chicago del periódico argentino “La Nación”, el que puede considerarse bautismo de fuego de la lucha por la reivindicación de los trabajadores como tales frente a la clase poseedora de los medios de producción.
La ejecución obedeció a uno de los procesos judiciales más vituperables del que tenga memoria la humanidad, una farsa del principio al fin en la que se violaron todas las normas procesales de forma y de fondo. Fue un juicio político-ideológico en respuesta a la huelga que más de 200.000 trabajadores, en su mayoría inmigrantes, protagonizaron el 1°de mayo de 1886 obedeciendo la resolución del 4° Congreso de la Federación Norteamericana de Trabajo; huelga que costó la vida de un número indeterminado de laborantes y miles de heridos de balas, torturados, detenidos y despedidos; huelga descalificada desde los medios de prensa, como desde el principio lo hizo con el movimiento obrero organizado que ya en 1829 luchaba por la limitación legal de la jornada de trabajo a ocho horas.
En 1889, finalmente se acordó celebrar el Día del Trabajador el 1º de mayo de cada año, a partir de 1890, para perpetuar la memoria de esos hechos; hoy, una celebración mundial, un día de fiesta por los logros desde entonces.
Las conquistas de los pueblos van dejando mojones a lo largo de la historia. A veces coincidiendo en periodicidad y otras veces en fecha, aún cuando la naturaleza de esas conquistas difieran.
Preámbulo original de la Constitución de la Nación Argentina
A los ejecutados en 1886 se los recuerda como los Mártires de Chicago; cuarenta años después, la historia de la lucha obrera generó otros dos: los Mártires de Boston, Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti (popularmente conocidos como Sacco y Vanzetti). En nuestro país también transcurrieron cuatro décadas entre la chispa de nuestra independencia y el establecimiento de nuestras bases como Estado soberano, la Revolución de Mayo y la sanción de la primera Constitución Nacional; último hecho que, también, ocurrió un 1° de mayo, día que fue declarado Día de la Constitución Nacional por Ley 25863, sancionada el 4 de diciembre de 2003.
De nuestra Carta Magna, hagamos memoria: el 31 de mayo de 1852, en la ciudad de San Nicolás de los Arroyos, se celebró una reunión con el objetivo de fijar las pautas para un futuro Congreso Constituyente; reunión que derivó en la firma de un acuerdo, que se lo recuerda con el nombre de "Acuerdo de San Nicolás"; acuerdo que fue ratificado por trece provincias, exceptuando a Buenos Aires. El 1º de mayo de 1853 los diputados de esas provincias, reunidos en Santa Fe, sancionaron la Constitución Nacional; y el 5 de marzo de 1854, Justo José de Urquiza y Salvador María del Carril, presidente y vicepresidente electos de la Confederación Argentina, prestaron juramento ante el Congreso.

A diferencia del festejo implícito en estas dos recordaciones, el 2 de mayo nos trae a la memoria un hecho lamentable: el hundimiento del Crucero A.R.A. General Belgrano, en 1982, en el que 323 almas, víctimas de la guerra infame de dos gobiernos que se caían a pedazos, encontraron en nuestros mares del sur su morada definitiva.