viernes, 28 de junio de 2013

EL PUEBLO SABE


Fiesta 25 de mayo de 2013
El Fiscal general Alejandro Alagia, en una reciente nota de opinión que este espacio transcribe en OTRAS VOCES, fue más punzante que el flamante Ministro de Defensa, Sergio Rossi, a quien hoy se escuchó decir en una entrevista radial: “El máximo tribunal se perdió una gran oportunidad. En vez de ser la Corte que encabezaba el Poder Judicial del futuro, quedó anclada en el pasado”. Dijo el primero: “Si los supremos magistrados que hoy se oponen a la reforma democratizadora del Poder Judicial ocuparan igual posición en la época de la colonia habrían resistido la Revolución de Mayo y sus ideales de soberanía política. Entre el derecho de la población a participar directa o indirectamente en el gobierno del país y los privilegios corporativos y estamentales, la Corte Suprema se aferra a lo peor del pasado”.
Lo de Alagia puede parecer una exageración, pero no lo es. Resulta interesante recurrir a la Historia, bucear en el pensamiento de otrora esclarecidos con el que imbuyeron a sus contemporáneos el espíritu que inspiró a los primeros progresistas de América, los revolucionarios que, partiendo del ideario principalmente de Juan Jacobo Rousseau, lucharon por nuestra independencia: las nuevas ideas sobre los principios de los Estados. Asimismo resulta saludable, higiénico para la salud intelectual luego de tanto panegírico repleto de oquedad con que algunos celebraron -y continúan celebrando, como parte de la campaña electoral que se viene- “la derrota del Gobierno”.
Por ejemplo, el 11 de octubre de 1810, de la pluma de Mariano Moreno podía leerse en el N° 19 de la Gazeta de Buenos Ayres: “No pueden atacarse impunemente los derechos de los pueblos. En los particulares súbditos es un crimen de traición; pero en los magistrados y autoridades es la más enorme y sacrílega violación de la fidelidad que deben a la confianza pública y a las leyes constitucionales de sus empleos”. Y un mes después: “La verdadera soberanía de un pueblo nunca ha consistido sino en la voluntad general del mismo; que siendo la soberanía indivisible e inalienable, nunca ha podido ser propiedad de un hombre solo, y que mientras los gobernados no revistan el carácter de un grupo de esclavos o de una majada de carneros, los gobernantes no pueden revestir otro que el del ejecutores y ministros de las leyes que la voluntad general ha establecido”.
En algún otro escrito, el autor se preguntaba: “¿Pero cuál será el resorte poderoso que contenga las pasiones del magistrado y reprima la inclinación natural del mando hacia la usurpación?”. ¡Buena pregunta! Similar a la que nos pueden asaltar a muchos de nosotros por estos días
Antes de continuar, recordemos que la Corte Suprema de Justicia, con su reciente fallo, impide la elección popular de quienes designan y supervisan a los jueces. Es decir, la elección popular de los miembros del Consejo de la Magistratura, siendo éste el órgano político encargado de confeccionar las ternas de candidatos a ocupar los cargos de jueces nacionales y federales que el Presidente de la Nación debe luego designar con acuerdo del Senado; y luego, de controlar el correcto ejercicio de sus funciones. No es el órgano encargado de administrar Justicia. Defender el fallo, como lo hicieron los miembros de la Corte -con excepción del Dr. Eugenio Raúl Zaffaroni, único en discordia (1)-, aludiendo la independencia de Poderes es una falacia; y apoyarlo con igual argumento, una ignorancia.
Es entonces cuando, comparando aquel ayer con este hoy, no es de extrañar que a cualquier ciudadano de buena voluntad e intenciones le brote un sinfín de interrogantes; y darle una vez más la razón al mismo Moreno por aquella máxima suya, que reza: “No es tan difícil establecer una ley buena, como asegurar su observancia”. Pero, como se dijo oportunamente y ratificaron los dichos de la titular del movimiento Justicia Legítima, la jueza María Laura Garrigós de Rébori, es cuestión de tiempo. No hay vuelta atrás con el camino emprendido. Como muestra la foto, a diferencia de lo que sucedía aquel 25 de mayo de 1810, hoy el pueblo sabe de qué se trata y, en definitiva, la marcha de todo Estado es muy lenta, como sostuvo José de San Martín.


(1)  Expresa en un segmento de su dictamen en minoría: “En cuanto a la independencia externa (de los consejeros que nombran y controlan a los jueces), o sea, de los partidos políticos y de los poderes fácticos, que es la que se cuestiona en la causa sólo respecto de los partidos, no es posible obviar que es inevitable que cada persona tenga una cosmovisión que la acerque o la aleje de una u otra de las corrientes de pensamiento que en cada coyuntura disputan poder. No se concibe una persona sin ideología, sin una visión del mundo. No hay forma de evitar esta identificación, como no sea pretender que existe lo que es inconcebible: (...) personas sin ideología. Esto se ha puesto claramente de manifiesto en el curso de los años en que ha funcionado, con una u otra estructura, el Consejo de la Magistratura (...). Se trata de un problema humano insuperable: estamos lanzados al mundo con significados. Y dentro de ellos, elegimos existencialmente. (...) Nada hay de vergonzante en que un juez exprese sus preferencias: más aún, esto evita que pueda oscilar sin sanción pública (...). Dado que nadie existe sin ideología, cabe concluir que la única garantía de imparcialidad humanamente exigible es el pluralismo ideológico interno, donde cada uno sepa cómo piensa el otro y le exija coherencia en cada caso, para lo cual es menester que nadie oculte lo que piensa”.






viernes, 21 de junio de 2013

CUESTIÓN DE TIEMPO

La Asamblea del Año XIII se realizó durante el ocaso de un mes de enero a poco menos de tres años de la Revolución del 25 de mayo de 1810, con la intención de proclamar la independencia y redactar una Constitución. Pero los intereses sectoriales dividieron a los congresales y nuestra independencia tuvo que esperar hasta el mes de julio de 1816, mientras que la Constitución unos cuantos años más. Recién la tuvimos en 1853.
Si del voto popular se trata, también debe hablarse de décadas de demoras. Y luchas. El sufragio universal y obligatorio en la Argentina se conquistó a partir de la Ley Sáenz Peña, en 1912 -¡casi 100 años después de nuestra independencia!-, permitiendo que Hipólito Yrigoyen accediera a la presidencia en 1916. Aunque esa norma que regula el derecho / obligación a votar, en principio rigió exclusivamente para el universo masculino. La mujer debió batallar otros treinta y pico.
Acceder al derecho de votar fue uno de los objetivos del movimiento sufragista femenino que surgió a escala mundial a principios del siglo XX. Alicia Moreau de Justo, Alfonsina Storni y Silvina Ocampo, entre otras, fueron sus abanderadas en nuestro país. El primer intento argentino por imponer una iniciativa legislativa que rompiera el rol de inferioridad cívica de la mujer correspondió al socialista Mario  Bravo, en 1928; iniciativa que, como otras que le siguieron, quedó en vía muerta, fundamentalmente por el temor de los conservadores a perder el control del voto. Finalmente se logró de la mano de Eva Duarte de Perón. Hecho ley en 1947, el sufragio femenino se ejerció a partir de 1951.
Hoy como ayer las luchas y demoras son propias de aquellos procesos que versan acerca de ampliación de Derechos y transformaciones; que constituyen verdaderos desafíos.
Repitiéndonos: actualmente, el caso quizá más emblemático es el de lograr la plena aplicación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA). Desde la vuelta a la democracia fueron casi una veintena las propuestas legislativas que fracasaron en su intento por sustituir la ley de la dictadura cívico-militar-eclesiástica, hasta que en 2009 el Poder Legislativo sancionó y el Ejecutivo promulgó la norma en cuestión; norma cuya plena aplicación todavía está en veremos, burlada con la complicidad de una parte del tercer Poder del Estado: el Judicial. Aquel que con la excusa de defender la independencia de poderes defiende a capa y espada el statu quo, oponiéndose a que los miembros del Consejo de la Magistratura (1) sean elegidos a través del voto popular.
Hoy como ayer, los intereses de siempre. La lista de casos en que el Poder Judicial responde a ellos es extensa. Es que ese estamento, como se dijo en el post anterior, se ha constituido en la última trinchera de quienes siempre han ostentado el poder fáctico. Pero, como en todas las cuestiones en las que priman la voluntad y la convicción, sólo es cuestión de tiempo.
Voluntad, el motor; convicción, su combustible; tiempo, la ruta que conduce al destino deseado.


 (1) Órgano constitucional multisectorial integrado, encargado de confeccionar las ternas de candidatos al Poder judicial a jueces nacionales y federales, para que luego sean designados por el Presidente de la Nación en acuerdo con el Senado. Tiene a su cargo también la administración del poder judicial, el control de la actividad de los jueces y la imposición de sanciones. En caso de causas graves es el organismo que abre el juicio político para resolver sobre la destitución de los jueces ante el Jurado de Enjuiciamiento, ante el cual el Consejo de la Magistratura actúa como acusador.


miércoles, 19 de junio de 2013

DESNUDOS

Cuando el 25 de mayo pasado se cumplieron los primeros 10 años de gobierno kirchnerista, se generó un contrapunto entre oficialistas y detractores (no sólo opositores) respecto de cómo calificar esa década. Para los primeros, ganada; para los segundos, perdida / desperdiciada.
El diputado nacional Carlos Kunkel, obviamente, se ubicó en el lado optimista de la discusión. E hizo una observación interesante: aseveró que fue una década ganada, pero a su vez advirtió que no a las corporaciones; y habló de la necesidad de sostenerla en el tiempo. Se refería a las batallas cultural, intelectual y política que demanda y a diario libra el proyecto de transformación con el fin de lograr la consolidación del modelo de país que propone.
La hondura de la observación de Kunkel es bastante mayor a lo que a simple vista puede parecer. El proyecto de transformación está lleno de retos, en curso y por venir, y la consolidación del modelo no se agota en la defensa de lo logrado, evitando que en el futuro se pueda caer en la trampa de las conductas pendulares que desde siempre caracterizaron a este país -es decir, evitar que se pueda volver atrás-, sino que incluye seguir sumando. Sumar aquellas transformaciones por las que se está luchando y producir otras que aún restan.
De luchas de larga data, ya conocemos sobradamente. El caso quizá más emblemático es el de lograr la de la plena aplicación, todavía en veremos, de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA). Y de aquellas más recientes, la llamada democratización de la Justicia es la que este año ha dominado el escenario político, allende las elecciones que en breve tendremos por delante. Ambos casos, paradigma de las resistencias que genera la propuesta kirchnerista en determinados sectores de nuestra sociedad, generalmente abroquelados en distintas corporaciones.
El fallo de ayer de la Corte Suprema de Justicia, respecto de la ley relativa al Consejo de la Magistratura, es un ejemplo flamante entre aquellos en los que queda demostrado a qué se refería Kunkel. Un fallo que desde el oficialismo y varios otros que saben de cuestiones jurídicas definieron como mezquino, violatorio del espíritu de nuestra Constitución Nacional. “Que desvela los intereses corporativos por sobre la voluntad popular”, dijo alguno; y suena realmente así, como un fallo que deja al desnudo el espíritu corporativo que mueve a parte del Poder Judicial. A cierto sector enquistado en él. Sector que, entre otras cosas, ha impedido durante estos 30 años democratizar el Poder Judicial, porque hacerlo significaría perder la capacidad de operar como última trinchera de quienes siempre han ostentado el poder fáctico; trinchera desde donde poner límites cuando la expansión de derechos y el avance sobre la renta excede los que los poderes fácticos están dispuestos a tolerar. Es decir, gobernar al gobernante.
Pero no fue ese el único desnudo al que asistimos ayer. El presidente del Colegio de Abogados de la Capital Federal, Jorge Rizzo, autor de la demanda que terminó en el fallo que suspendió cuatro artículos de la norma en cuestión, aprobada por el Congreso, hizo lo propio con la oposición. "Gracias a Dios los abogados hicimos lo que los políticos (de la oposición) no quisieron o no supieron hacer, y ahora las listas (de candidatos a concejeros) se las van a tener que meter en el culo" (sic), fue una de sus expresiones; otra: “los dirigentes opositores hicieron un poquito de ruido el día de la votación (en el Parlamento), pero después se dieron cuenta que esto les convenía a ellos también".
Independientemente de lo que opinó el Dr. Rizzo, ellos festejan. Festejan el fallo por el sólo hecho que “el Gobierno perdió” (¡¿…?!). Festejan un fallo que, además de lo dicho, es un empujón más hacia la hasta ahora supuesta reforma constitucional, por la que se rasgan las vestiduras y bastardean con el tema de la re-reelección. Con sus festejos, especulaciones y bravuconadas quedan nuevamente al desnudo.
¿Qué deja ver su desnudez? La respuesta corresponde a cada uno.


viernes, 7 de junio de 2013

¡ SALUD!


Santa Teresita - Buenos Aires
La “Gazeta de Buenos Ayres”, de Mariano Moreno, fue parte de aquel chispazo que encendió la mecha de nuestra independencia: la Revolución de Mayo. El Día del Periodista se celebra cada 7 de junio, un día como hoy, coincidiendo con su fecha de aparición, porque desde aquella primera edición el periodismo fue y es parte fundamental del proceso de cambios que experimentó y experimenta nuestro país, nuestra sociedad, incluidos sus vaivenes. No fue ni es ajeno a ellos.
Este año, el día en que hombres y mujeres de prensa suelen celebrar, recibir saludos, afectos y algún que otro reconocimiento, tiene cierto sabor amargo... Las cosas han cambiado mucho últimamente…
Para los hombres y mujeres de la prensa escrita este año los festejos quedan relegados a un segundo plano porque han decidido llevar a cabo un primer paro general en todas las redacciones de la ciudad de Buenos Aires y el conurbano -el primero en 27 años (1)- y quitar sus firmas en la mayoría de los matutinos porteños. Una decisión tomada “en el marco de la lucha por salarios y condiciones de trabajo dignas y luego de evaluar las propuesta de las Cámaras del sector, y rechazarlas por extremadamente insuficientes", informó la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA).
Ni huelga ni movilización debe alarmar a nadie. Son acciones propias de cualquier gremio en defensa de los derechos e intereses del sector que representa, desde que nacieron los movimientos organizados de trabajadores en el mundo hace más de dos siglos. Lástima que tengan que llegar a esa instancia.
Lo que con razón alarma es el estado de emergencia en que se encuentra la actividad. Emergencia informativa, periodística y ética, que hoy la ensombrecen. Ciertos agentes externos e internos fueron contaminándola progresivamente, como bacterias, a través de prácticas que la denigran. Los externos, instalándose en su seno; los internos, poniéndola sin pudor al servicio de los primeros, en beneficio de sus intereses. Políticos y económicos.
Periodismo, quizás, la profesión más bastardeada de los últimos años; profesión que necesita, hoy como nunca, por lo menos en la Argentina, interpelarse a sí misma. Y repensarse.
Igualmente… a aquellos que ejercen el periodismo con dignidad: ¡Salud!

 (1) Antecedentes: en 1986, cuando se luchó contra el cierre del primer Tiempo Argentino; o en 1975, cuando la Triple A asesinó a Jorge Money, periodista de La Opinión.


martes, 4 de junio de 2013

PESCADO PODRIDO



Aquella parte del arco político que a diario dice y hace cosas iguales o similares a las descriptas en el último post, no podría obrar así, sin sufrir consecuencias en la opinión pública, de no contar con una protección que lo preserve. El amparo que les significa el intercambio de favores con el autodenominado “periodismo independiente”, que oculta o pone en relieve lo que considera que a ambas partes les sirve o conviene, y, por sobre todas las cosas, que defienda sus intereses. El auxilio de “los fierros mediáticos”, como los definió alguna vez Cristina Fernández de Kirchner; o como lo calificó el periodista Víctor Hugo Morales: “El cuatro poder convertido en poder de cuarta”. Se los defina como se los defina, se los califique como se los califique, hoy representantes y parte integrante del poder fáctico que ha entrado en colisión con el político; una colisión fenomenal.
Ese mismo “periodismo independiente” que apuntala a unos, anima a otros penosos a caer en la indignidad de entregarse sin pudor al manejo de los titiriteros. Toma la delantera deslegitimando al Gobierno (actos y actores), apelando al miedo que roa el proyecto de transformación y la fe en él, inventando una realidad y un enemigo que no existen, envenenando el ánimo social…
La siguiente ironía que circula por Internet es una descripción fantástica de lo bajo que han caído:

Un domingo Joaquín Morales Solá editorializa en La Nación, afirmando que el Gobierno tendría listo un plan para eliminar todos los ornitorrincos del territorio nacional.
A la noche, (Jorge) Lanata, luego de hacer su monólogo disfrazado de ornitorrinco, se despide con un primerísimo plano rogando a los televidentes que hagan algo para parar el exterminio. Y, mientras suena una dramática música de fondo, les dice que no lo hagan por él, sino por los ornitorrincos.
Al día siguiente Clarín titula: "Feroz embestida del gobierno contra los ornitorrincos". "Amenaza de extinción"
El martes (Marcelo) Bonelli se pregunta en TN: “Van a desapadezed los odnitodincos? Cómo afecta ésto al bodzillo de loz adgentinos?” Y (Antonio) Laje en C5N dice: “Ante la incertidumbre por la escasez de ornitorrincos, la gente va a refugiarse en el dólar blue, que va a volver a cotizar a más diez pesos”.
El miércoles (Mauricio) Macri saca un Decreto de Necesidad y Urgencia  (DNU) prohibiendo la cacería de ornitorrincos en todo el territorio de la CABA.
El jueves un notero de Canal 13 intercepta al ministro de Agricultura Ganadería y Pesca a la salida de su domicilio, y le pregunta cuál es el motivo por el cual el gobierno decidió terminar con los ornitorrincos, a lo que el funcionario, tras mirar el logo del micrófono del periodista para ver si no es una joda de CQC, le contesta: “¡Pero si acá no hay ornitorrincos!” El notero se da vuelta hacia la cámara, y dice: “En el gobierno no quieren admitir la existencia del plan de exterminio de ornitorrincos, que ya estaría a punto de ponerse en marcha”.
Comienzan a circular cadenas de mails que dicen: "Hoy somos todos ornitorrincos" y "Si tocan a un ornitorrinco nos tocan a todos"
(Elisa) Carrió declara que lo de los ornitorrincos es sólo el principio, y que el gobierno va por todo, incluidos los koalas y los osos panda.
Una Organización No Gubernamental (ONG) con sede en Washington lanza una campaña con la consigna: "Fight against argentinian dictatorship!!. Save the ornitorrincs!!"
El viernes (José Manuel) de la Sota saca un DNU prohibiendo la cacería de ornitorrincos en todo el territorio de la provincia de Córdoba.
El sábado Clarín y La Nación titulan: “Sugestivo silencio de la Presidenta sobre el escándalo de los ornitorrincos”.
El domingo Joaquín Morales Solá vuelve a editorializar, diciendo que un funcionario del gobierno (al que no identifica) le confesó que decidieron marcha atrás con la matanza de los ornitorrincos, porque se dieron cuenta de que la medida les iba a restar votantes en las próximas elecciones. Y concluye: “Los ornitorrincos de la Argentina están a salvo gracias al coraje y la determinación del periodismo independiente”.

Ironías aparte, resulta imperdible el último documento (13°) de Espacio Carta Abierta, redactado recientemente, a días de haber cumplido el quinto aniversario de su fundación. Trata específicamente la visión que tiene “la nata” (por mal que le pese a La Nada) de la intelectualidad argentina acerca del rol destituyente que cumplen actualmente los medios de comunicación en la región y en la Argentina en particular. EL GUARDAFARO lo transcribe completo en OTRAS VOCES.
Oportunamente se dijo que el origen de estos meses tormentosos era tanto cuestión de bancas como de quién banca. También es cuestión de cómo banca quien banca… ¿Y cómo lo hace? Vendiendo pescado podrido.