miércoles, 8 de mayo de 2013

TORMENTAS DE MAYO

Si abril fue un mes tormentoso, mayo no se queda atrás, nos brinda lo suyo. Una vez más, políticamente hablando.
Nada indicaría que las tormentas vayan a menguar. Seguramente seguirán batiéndose sobre nuestra sociedad por éste y los meses siguientes, multiplicándose. Es  que se trata de un año electoral clave; y como tal, también políticamente hablando, será un año difícil…. Por más que las elecciones sean de medio término.
Para los locales que viven con su cabeza puesta en alguna nube, alejada de la realidad política argentina, resultará extraño que un determinado año, por el solo hecho de ser electoral, enrarezca tanto el ambiente que deba respirarse; y hasta molesto para quienes viven aquí, con los pies puestos más en la tierra pero con fragilidad de memoria a cuestas. En ambos casos, peligrosamente vulnerables a cualquier manipulación.
A quienes están atentos al pulso político del país, interesados realmente por el futuro, alertas, nada de lo que sucede y suceda debiera resultarles inexplicable. Sí, enojoso cómo se quiere decolorar el paisaje ocultando logros e intenciones de cambios en beneficio de todos y no sólo de unos pocos. O debiera resultarles provocador cómo se busca irritar el humor social ametrallándolo con tergiversaciones y mentiras; o con conflictos sorpresivos y poco creíbles, como el que provocó la paralización (durante 6 días) del transporte de larga distancia la semana pasada. O debiera resultarles indignante cómo se intenta escandalizar con las llamadas “operaciones negras de prensa”,  ya casi una constante y generalmente berretas. O debiera resultarles lastimoso cómo hay quienes pueden hacerse eco así porque sí, sin sentido crítico, cayendo en las trampas que tienden cierta prensa chatarra y quienes depositan su esperanza en ella para lograr lo que hoy no pueden por otros medios; y lo confiesan, como el “sincericidio” del senador radical Ernesto Sanz (1), que provocó que la presidente Cristina Fernández de Kirchner lo considerara una expresión de “vagos y mediocres”. O debiera resultarles repugnante cómo se despliega hipocresía por doquier… Y por qué no, algunas veces, debiera resultarles curioso cómo puede verse reafirmada su capacidad de asombro.
En algún supuesto listado imaginario que pudiera existir de esas últimas ocasiones (ver reafirmada su capacidad de asombro) por inocultable quedó registrado lo que hace ya 10 días aconteció en el Hospital Interdisciplinario Psicoasistencial José Tiburcio Borda, sacudiendo a toda la ciudadanía o por lo menos a aquella parte a la que los años de la anti-política y las políticas neoliberales no deshumanizó. Un caso que dejó en claro hasta qué punto puede llegar la brutalidad de quienes más que gobernar atropellan, tratando de imponer a como sea, incluso desafiando disposiciones judiciales. Caso que, obligadamente, nos transporta más allá de los sucesos en sí mismos: al tema de la política en materia de salud mental en la Argentina. Caso y ribetes que este espacio considera que no puede ni debe dejar de intentar desarrollar, con la prudencia que imponen tanto la especificidad como la vastedad del tema, y todavía debe a sus lectores.
Lo sucedido en el Borda causó la mayor de las bataholas de los últimos tiempos. Por inocultable, a pesar de los esfuerzos de algunos en tal sentido. Pero no fue la única. Además de aquellas que ya se enunciaron más arriba y la ya histórica de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA), persiste -y promete seguir haciéndolo- la saga alrededor de la bautizada democratización de la Justicia. También la de las respectivas cajas de Pandora, que coincidieron en cruzarse andanadas de artillería pesada respecto de dinero supuestamente mal habido / evadido, sacado fuera del  país, por players de ambos intereses en pugna (el kirchnerismo, por un lado, y sus enemigos, por otro).
No es la lista completa, pero suficiente para saber de qué se está hablando
Sucede que las elecciones de este año resultan clave, por más que sean de medio término. Clave para quienes no se resignan a dejar su banca -hay que ver nada más los nombres de las bancas cuya renovación está en juego- y para el futuro de varios que aspiran a más, pues para que exista un 2015 auspicioso tiene que haber primero un 2013 exitoso. Clave también para el Gobierno, que quiere seguir conservando la potencia necesaria que requiere el proyecto de transformación que puso en marcha hace ya 10 años.
Por ello las tormentas seguirán batiéndose sobre nuestra sociedad por éste y los meses siguientes.

(1) El mismo autor de la frase acerca de que la Asignación Universal por Hijo (AUH) se iba “por la canaleta del juego y la droga” -y otras tan poco felices como la anterior-, esta vez, en función de un diagnóstico agorero, tan particular como discutible, declaró ante cámara: Ojalá que esto siga hasta octubre”; y  remató: “…a veces pienso que si la economía mejorara un poco, ¿qué pasaría con las elecciones?” (¡¿…?!)


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