miércoles, 22 de mayo de 2013

CUESTIÓN DE QUIÉN BANCA

Si bien faltan 51 días para su comienzo formal, por los que corren casi todo lo que dicen y hacen los políticos tiene ese inconfundible tufillo a campaña. Hace tiempo que actos y palabras responden al cronograma electoral. Provengan de donde provengan.
Teniendo en cuenta la gravedad de ciertos sucesos puede decirse que el clima de tormentas que estamos y seguiremos viviendo no sólo es cuestión de bancas, como de alguna manera se justificó en el post anterior. También es cuestión de quién banca.
La frase anterior no es una simple combinación de juego de palabras y lunfardo de algún escéptico guapo porteño. Hoy asistimos a ciertos actos y palabras que convierten a cualquier actividad proselitista o al vestir las calles de afiches con rostros que buscan instalarse en el imaginario colectivo, en algo más inocente que un cuento de Heidi.
Actos que son mucho más que el acto en sí mismo; sólo requieren ver más allá. Palabras que, independientemente de lo que simulan expresar, dicen otras cosas; solo demandan leer entre líneas. Actos y palabras que conllevan fuertes mensajes entre subliminales y encriptados, incluso con sostén en episodios que transponen el marco de la ética y la legalidad.
Hoy como ayer, los medios de comunicación dominantes tienen algo que ver en todo ello. Debiendo entenderse ese “algo” como una ironía.
La legisladora porteña Claudia Neira, nos recuerda y opina: “Cuando Juan Perón se entrevistó en 1945 con Spruille Braden, embajador de los Estados Unidos, este último le solicitó que entregara las empresas alemanas nacionalizadas a capitales norteamericanos. A cambio, le prometió la gracia de las redacciones periodísticas de la Argentina y del mundo occidental. Perón le respondió con una frase que se ha eternizado en la conciencia del pueblo Argentino y latinoamericano “A ese precio, prefiero ser el más oscuro y desconocido de los argentinos. Porque no quiero – y disculpen la expresión – llegar a ser popular en otra parte por haber sido un hijo de puta en mi país.” Hoy observamos con preocupación cómo muchos referentes políticos invierten esta ecuación y sucumben a los favores de los grupos concentrados con el deseo de alguna efímera relevancia en los medios monopólicos de comunicación”.
En unos días más, el 25 de mayo, el proyecto kirchnerista cumplirá 10 años. ¡Qué parecida fue la actitud de Néstor Kirchner en vísperas de su presidencia en relación de lo que nos recuerda la legisladora! ¡Y qué diferente de lo que hoy vislumbra y denuncia! Por el 2003, cuenta Horacio Verbitsky, el subdirector del diario La Nación, José Claudio Escribano, intentó imponer al presidente electo los “postulados básicos” (1) del matutino; postulados en cuya defensa serían inflexibles; postulados que eran una reminiscencia del pliego de condiciones que el ex dictador Alejandro Agustín Lanusse trató de imponerle a Juan Domingo Perón en 1972; postulados ante los cuales Kirchner no se amilanó, mandó de paseo a Escribano y comenzó a poner en práctica sus convicciones.
Como se dijo, los medios de comunicación dominantes tienen algo que ver en el clima que vivimos; de tan tormentoso, por momentos desestabilizador. No cesan en sus embates, ahora apoyando su accionar en algunos actores políticos convertidos en falanges.
La pregunta es, ¿por qué estos últimos se prestan para representar ese papel? Las respuestas de este espacio son varias, incluso algunas ya esbozadas en otras ocasiones: una oposición atormentada por sus carencias (propuestas, coherencia, potencia, etc.); una oposición que por no revertir esas carencias ha dilapidado progresivamente representatividad; una oposición que entonces ensaya contra reloj cualquier tipo de rejunte que vanidades e incompatibilidades condicionan y, por ende, enfrían toda negociación, amenazando con la atomización que tanto la perjudicaría. Entonces aparece esa parte de la oposición a la que el papel de falange que encarna le calza perfecto. Fundamentalmente porque comulga con la ideología; y varias cosas más.
Ejemplos no faltan. Su tratamiento se deja para otra oportunidad.
El viernes 17 se conoció la noticia de la muerte del convicto Jorge Rafael Videla. Mucho se pudo leer y escuchar al respecto durante la semana. EL GUARDAFARO sólo dirá que su desaparición fue sólo física, igual que la de su secuaz Emilio Eduardo Massera en 2010 y varios otros. Que sus formas de sentir y pensar, el espíritu y esencia de todos ellos, son parte de un sector de la sociedad. Aquí y en otras tierras latinoamericanas que también fueron sometidas al Plan Cóndor. Fundamentalmente en quienes fueron sus socios y/o beneficiados, entre ellos, los medios de comunicación dominantes; aquellos que hoy generan e impulsan toda la serie de acciones que sin la protección mediática que brindan serían contraproducentes a sus fines; y cuyo mensaje resulta inconfundible: de ser necesario no tienen ningún prurito en llevarse puestas las instituciones. Es cuestión de quién banca.

(1) “Postulados básicos” del diario La Nación: 1.- La Argentina debe alinearse con los Estados Unidos. No son necesarias relaciones carnales, pero sí alineamiento incondicional. Es incomprensible que aún no haya visitado al embajador de los Estados Unidos; 2.- No queremos que haya más revisiones sobre la lucha contra la subversión. Está a punto de salir un fallo de la Corte Suprema de Justicia en ese sentido. Nos parece importante que el fallo salga y que el tema no vuelva a tratarse políticamente. Creemos necesaria una reivindicación del desempeño de las Fuerzas Armadas en el contexto histórico en el que les tocó actuar; 3.- No puede ser que no haya recibido a los empresarios. Están muy preocupados porque no han podido entrevistarse con usted; 4.- Nos preocupa la posición argentina con respecto a Cuba, donde están ocurriendo terribles violaciones a los derechos humanos; 5.- Es muy grave el problema de la inseguridad. Debe generarse un mejor sistema de control del delito y llevarse tranquilidad a las fuerzas del orden con medidas excepcionales de seguridad.

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