martes, 17 de julio de 2012

ÚTIL Y NECESARIO


A la hora de presionar en defensa de sus intereses, el capital puesto al servicio de la dominación no entiende de iniquidad; ni le interesa. Tampoco a quienes le son serviles, que en el caso de los países del sur europeo en crisis queda claro que son sus gobiernos. No hay contemplaciones, ni aún para lo elementalmente humanitario. Entonces, la frase con la que se cerró el último post no resulta tan banal como puede parecerlo por el hecho de remitirnos a un antiguo slogan comercial ante tanta tragedia.
Que “¡crack!” no se transforme en “¡bum!”…”.
¿Acaso la erosión moral que ocasionan las “soluciones” a la que está siendo sometido el viejo continente será gratuita? ¿No es dable pensar que las protestas por la sangría implacable terminen en estallidos sociales, como alguna vez pasó aquí? Cuando ellos se producen se sabe cómo y cuándo comienzan pero se desconocen su fin, sus derivaciones y sus consecuencias, tanto intermedias como finales. Aún sin estallido, es de prever que las políticas actuales, que desafían toda resiliencia, terminarán afectando su paisaje; y el global, por el peso mismo de Europa en el escenario mundial. Causas más que valederas para prestarle atención a la crisis financiera -¿sólo financiera?- internacional que por estos tiempos se concentra en la Eurozona; en Grecia y España como los ejemplos actualmente más significativos, pero a la lista no escapan Italia, Francia, Portugal, Inglaterra…
Prestarle atención nos refresca la memoria en cuanto a sufridas experiencias. Permite reconocernos en un pasado no demasiado lejano, ahora en el dolor ajeno. Resulta útil porque nos demuestra una vez más que el camino que proponen los adalides del libre mercado absoluto conduce a una trampa, provengan de donde provengan esos cantos de sirena, contrataquen cuantas veces sea, y que el que después pretenden imponer los guardianes de los intereses corporativos desemboca en el abismo. Y eso nos debiera conducir a reflexionar acerca del proceso de transformación que nos rescató de su fondo; y a defender lo logrado, mucho o poco, aunque todavía falten cosas por hacer, cambiar y corregir.
Asimismo resulta necesario prestarle atención, sin descuidar lo propio. Prestarle atención a la crisis es una manera de cuidar lo propio. Ninguna Nación está sola en el mundo, lo que nos hace interdependientes, por lo que nadie puede mantenerse ajeno a absolutamente todas las implicancias de la crisis. Directa o indirectamente, tarde o temprano, nos alcanzan de alguna manera y en algún grado. El defender lo logrado incluye a las medidas que las contrarresten, aunque en ocasiones incluso impliquen ceder alguna pequeña comodidad, sin resignar los puntales de este proyecto político avalado por la mayoría: trabajo, equidad e inclusión; en definitiva, dignidad. El ser humano por delante de todo, el bien común por sobre el individual.
Trabajo, equidad e inclusión no son valores que el capitalismo salvaje -el anarcocapitalismo, como lo definió la Presidente Cristina Fernández en su intervención en la última Cumbre del G-20- contemple.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario