viernes, 21 de septiembre de 2012

16 SÍ, 16 NO.


La discusión por facultar o no a la juventud para ejercer más tempranamente el derecho cívico de participar en la elección de sus representantes es una de las más relevantes que se vienen dando en la Argentina, en el marco de una clara política de profundización y ampliación de derechos que impulsa el Gobierno.
¡Vaya si se han dividido las opiniones! Como todas aquellas veces en las que el modelo de transformación sacude modorras. Aunque pareciera ser que algunos pensaron que oponerse a que los jóvenes de 16 años puedan votar resultaría más fácil, los expondría menos, porque esta vez se desató una avalancha de prejuicios; algo que no fue tan evidente con las leyes relativas al casamiento igualitario o la identidad de género, cuando los destinatarios de los eventuales prejuicios de hecho podían traducirse en sufragios en contra porque ya integraban la categoría de votantes. Ahora se trata de decidir si se los habilita o no a participar de los comicios. Al parecer, mucho menos (¿o mucho más?) riesgoso para cierta clase política.
Los remisos soslayan -cuando no sentencian- tanto la inmadurez de los jóvenes como su falta de preparación / conocimientos. Y quienes directamente se oponen al proyecto disimulan su mezquindad apelando a las excusas de una supuesta especulación electoral del kirchnerismo, el adoctrinamiento y el peligro de la manipulación; razones absurdas de quienes día a día demuestran estar vacíos de contenido y propuestas entusiasamantes; algo que debiera alertarlos acerca de la peligrosidad de seguir jugando a la oposición boba, porque los torna incapaces de captar, seducir, canalizar institucionalmente a los desamparados en la búsqueda de otros matices, aquellos que genuinamente pueden no comulgar con el Gobierno pero tampoco rifan apoyo. Que no son del tipo de “cacerolos” reaccionarios que supo mostrarnos la noche del 13 de septiembre.
Pareciera ser que entre los remisos hay a quienes les cuesta entender que la juventud implica una biología que está siempre atravesada social y culturalmente, como sostiene más o menos con estas mismas palabras la Directora del Observatorio de Juventud y Comunicación de la Universidad Nacional de La Plata, Florencia Saintout, quien nos ilustra que ya en 1928, la antropóloga Margaret Mead, en una investigación realizada deja clara constancia de “la no existencia de una naturaleza del ser joven sino, por lo contrario, de la dimensión cultural e histórica de la categoría”. Por ello es que Saintout sostiene que “nada indica que los jóvenes no puedan votar a los 16. Eso sólo lo indica una mirada adultocrática que siempre los ha visto como sujetos de la carencia (como en otras épocas lo fue la mujer)… y que por lo tanto hay que tutelarlos”.
Ya en el  plano de la falta de preparación / conocimientos, otros remisos, a su vez, ignoran que toda formación cívica, y toda educación es política desde el momento en que los docentes no son máquinas de transmitir saberes neutrales y objetivos sino que son formadores de opinión y de valores. La formación política no es “adoctrinamiento” y el pluralismo de las ideas está en la práctica del diálogo antes que en el ocultamiento de la política (algo que les encanta a los nostálgicos noventistas). Los docentes que adhieren al carácter neutral y aséptico de la educación brindarán seguramente una formación cívica deficiente, no podrán enseñar que la política es siempre conflicto de intereses, no podrán enseñar algo más que las reglas básicas para votar y la división de poderes, y así seguramente no podrán formar ciudadanos responsables”, disparó desde la pluma el politólogo Sergio Friedemann
Entre los que el cambio de época en principio los tomó desacomodados, tanto como para oponerse directamente al proyecto en cuestión, se encuentra la Unión Cívica Radical (UCR). A su titular, Mario Barletta, y al diputado Oscar Aguad les tocó aprender el significado de la palabra boomerang. Sus mismos prosélitos los acusaron de utilizar el argumento de la especulación electoral “como única respuesta para tapar que hace tres décadas vienen poniendo freno al crecimiento de los jóvenes al interior del partido, negándolos, evitando su inclusión en las listas, quitándoles apoyo político, sólo por nombrar algunos inconvenientes que sufre la militancia joven del radicalismo”. Palabras textuales del comunicado que emitió una de las corrientes de la Juventud Radical. “Como sucedió con la iniciativa para estatizar YPF, el proyecto del Gobierno logró poner en conflicto al radicalismo”, se ¿regodeaba? hace unas semanas atrás un periodista. Y esta vez la cúpula del partido tuvo que poner reversa.
Éste debate que comenzó hace poco más de un mes, pareciera a la medida de quien fuera reconocido a principios del siglo pasado como Maestro de la Juventud de América Latina, cuyo pensamiento tuvo gran ascendencia sobre varias generaciones del continente, José Ingenieros. Y da mucho para hablar. Ojalá los argentinos del siglo XXI podamos demostrar que estamos a la altura de las circunstancias.

Ya que de jóvenes se trata, aprovechando el día EL GUARDAFARO les desea ¡ FELIZ DÍA DEL ESTUDIANTE !
Feliz día de la primavera, no. Suena a lugar común; y este espacio se niega a sumarse y sumar a sus lectores al rebaño.
¡¡ FELIZ DÍA INTERNACIONAL DE LA PAZ !! Eso sí. Aunque la paz no sea rentable en los términos que "el mundo impone”. Contrariamente al día de la primavera, esencialmente comercial, la paz no vende flores ni bombones; pero sí nos regala gran parte de las condiciones que permiten a los seres humanos a vivir y desarrollarse en sosiego y concordia. Y eso nos llena de música, flores y dulzura, de las mejores.
PAZ es un Derecho Humano. Brindemos para que no sea una palabra más en la vitrina de las utopías ni en la de las hipocresías.



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