viernes, 16 de diciembre de 2011

LA TIERRA QUE ENTUSIASMA (Parte III)

Decir que hay cosas que hacen de ésta una tierra que entusiasma y no enunciarlas, sería retórica vacía. Una defensa sin sustento de la gestión de gobierno, como habladurías son su crítica sin argumentos. No sirve. Como tampoco negar la realidad ante los datos duros que la respaldan, cuando existen.
Ni charlatanería ni crítica y negación per se. Vayamos a lo real y concreto.
Respecto de Educación, el incremento de su presupuesto es el punto central; incremento que se dio en 2 sentidos: uno por revalorización y otro por crecimiento natural. El experimentado por revalorización no es un hecho menor porque indica la ubicación de la educación y el conocimiento en la escala de valores del Gobierno. Actualmente se le asigna casi el 6,5% del Producto Bruto Interno (PBI), garantizado por ley, cuando hasta el año 2003 la partida contemplaba sólo el 2%. Y el otro incremento es consecuencia del crecimiento sostenido y a tasas notables del PBI, haciendo que, en realidad, lo conviertan en natural los aciertos en política económica.
El presupuesto es un excelente principio. ¿En qué se aplica ese dinero? Entre lo más visible, lo palpable, por ejemplo, la inversión en educación se tradujo en la construcción de más de 1.500 escuelas públicas; la distribución de más de 40 millones de libros -número que irá incrementándose periódicamente, porque el emprendimiento así lo contempla-, divididos por niveles de enseñanza (inicial, primario y secundario) y programas específicos (escuelas rurales, especiales, etc.); la implementación del Plan “Conectar Igualdad”, a través del cual ya se entregaron 1,8 millones de netbooks a alumnos y docentes, de un total previsto que suma 3. Y ya está anunciada la digitalización de las aulas de 1.500 escuelas de nivel primario, como parte del mismo plan, que comprende: el equipamiento necesario para que cada alumno trabaje con su computadora, pizarra digital por medio de la cual los alumnos podrán interactuar con los temas que se desarrollen en el aula, impresora, pen drives, cámaras digitales y equipos de video.
El presupuesto se aplicó también en otras cuestiones que son intangibles, pero tan importantes como las anteriores. Cuestiones que hacen a la regulación de la actividad y al universo de educandos. Entre ellas, la Ley de Educación Nacional que reemplazó a la Ley Federal de Educación de 1993 y que consagró el tradicional sistema de primaria y secundaria, incrementó a 13 años el período de escolaridad obligatoria (primario y secundario), unificó el sistema educativo en el país y estableció nuevos contenidos obligatorios, entre sus puntos centrales. También la Ley de Educación Técnico Profesional, otra ley que aprobó el Programa Nacional de Educación Sexual Integral, etc.
El impulso de una ley que garantiza el acceso al derecho de la educación a personas privadas de su libertad, también es ejemplo válido; una iniciativa que parte del respeto al ser humano, a su dignidad, y, además, haría su aporte a la reinserción social de esas personas. Y a la seguridad, a futuro. Un estudio indica que sólo el 5% de la población de internos ha finalizado sus estudios secundarios, por lo que esta ley puede considerarse asimismo una herramienta reparadora de las desigualdades sociales.
Y si de reparación de desigualdades sociales se trata, no pueden omitirse, por ejemplo, los proyectos de inclusión educativa para escuelas especiales de estudiantes con distintos niveles de discapacidad intelectual, sensorial y física. Otro tipo de desigualdad, pero desigualdad al fin.
Como puede apreciarse, el conjunto de iniciativas y concreciones es amplio y variado. Aquí se citaron algunas para ilustrar, sin intención de profundizar, sólo para dejar ver esa diversidad. Pero… ¿y los resultados? Por una cuestión de extensión, se tratarán en la Parte IV.

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