viernes, 1 de noviembre de 2013

DE ESTALLIDO EN ESTALLIDO

¿Se puede pasar de un arrebato de optimismo exagerado a otro de frenesí, de un estallido a otro, sin paradas intermedias, en menos de 48 horas? Sí. Requisito número 1: pertenecer a una oposición rabiosa por impotente y mezquina por mendaz; requisito número 2: que el recorrido envenenado parta de la lectura tan forzada como malintencionada del resultado de unos comicios y la estación terminal sea un fallo de la Justicia, adverso a los raptores de la ética y la conciencia del viajero.
La semana que termina nos brindó la posibilidad de ser testigos de ese patético tour. Inesperado… Inesperado para todos. Sobre todo para los protagonistas.
Todo comenzó tras el escrutinio de las elecciones de medio término con la bravuconada / ilusión de considerarlas el certificado de defunción de un ciclo que insisten en presentar como acabado. Es cierto que el kirchnerismo fue superado en los distritos que se consideran más representativos y eso debería llamarlo a la reflexión, pero también es cierto que en los más importantes (provincia y ciudad de Buenos Aires) incrementó sus propios guarismos de agosto; que ganó en otros que le eran adversos; que continúa siendo, por lejos, la alternativa política más fuerte a nivel nacional.
A la hora de contar los porotos, no sólo mantiene las bancas que puso en juego sino que sumó más. A partir del 10 de diciembre tendrá garantizado el quórum en ambas Cámaras. Y faltan dos años…
Lo que nunca antes imaginaron sus detractores es que serían arrojados por el destino al segundo de los escenarios, interrumpiendo la representación en cartelera. Y debieron reforzar promesas previas de almas entregadas, algunos improvisando y otros no tanto, pero desnudándose ante el público cuando el libreto transitaba por lugares que no lo preveía, la obra original todavía no lo exigía y el momento no lo aconsejaba. En suma, exponiéndose anticipadamente más de la cuenta.
A algunos no les importó demasiado. Está quien prometió impulsar el juicio político para el presidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ); también en reincidir en denuncias epistolares ante quienes son de palo, fronteras afuera. También quienes amenazaron con recurrir a la Justicia para que frene la implementación de la ley que seis de los siete miembros del máximo tribunal acaban de declarar constitucional en su totalidad; o quien prometió modificar la norma cuando sea presidente… Todo ello, y más, allende diatribas y mentiras por parte de otros que se dicen políticos y claman por el respeto a las instituciones, como los anteriores, y de las múltiples destilerías de odio puestas en jaque.
A propósito de la intención de acudir al sistema interamericano de derechos humanos expresada por el Grupo multimediático Clarín, la secretaria letrada de la Procuraduría General de la Nación (PGN) y exvicedirectora del Centro  de Estudios Legales y Sociales (CELS), Andrea Pochak, ilustra: 1) la ley en cuestión “cumple con los estándares de libertad de expresión establecidos en el sistema interamericano”; 2) “los sistemas de protección de derechos humanos buscan proteger derechos humanos, esto es, derechos de personas físicas, no de empresas”. Dicho esto, se supone que cualquier presentación ni siquiera pasaría los requisitos de su admisibilidad formal.
Advierte, además: “El próximo viernes (por hoy) algunos periodistas de los grandes multimedios argentinos participarán de una audiencia ante la Comisión Interamericana para tratar “cuestiones referentes a la situación general de la libertad de expresión en la Argentina”. Es probable que desde los mismos multimedios se intente vincular este encuentro con el fallo dictado por la Corte Suprema sobre la LSCA. Sin embargo, nada tienen que ver. La audiencia no se vincula con ningún caso concreto de violaciones de derechos humanos en Argentina, sino que representa una respuesta de la CIDH a los insistentes pedidos de algunos periodistas para llevar al escenario internacional el discurso victimizante que reproducen desde hace años sin ningún tipo de restricción por los principales canales de televisión, radios, portales de noticias, diarios y revistas de nuestro país”.
Una vez más, a la hora de contar los  porotos, como lo expresó el titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), Martín Sabbatella, la ley es constitucional y debe ser aplicada plenamente.
Ahora, habrá que ver qué chicanas sacarán de su manga.

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