Coincidencias
temporal (de ocurrencia) y temática las del artículo “De terror”, de Luis Bruschtein,
con el post anterior. Una nota a la
que este espacio adhiere y de la que transcribe en “OTRAS VOCES” aquellos pasajes
que considera más relevantes en función del enfoque que de momento se eligió para
abordar el proceder de los medios de prensa dominantes del país; algo que no resulta
ser un tema menor toda vez que la prensa en general hace a la información, a la
comprensión de la realidad -histórica y actual, local e internacional-, a las
construcciones política y cultural, al humor social... Y ocultar, mentir o
distorsionar, atentan contra todo ello.
Bruschtein
sobrevuela algunos de los temas instalados últimamente. Confirma con ejemplos que
“disparan desde todos lados, por lo que
sea”, como se dijo en “PRETENDIDOS MOISÉS”. Confirma con ejemplos que para esos medios
la idea de la destrucción del enemigo está por encima de lograr “una nueva hegemonía político-cultural, capaz
de asegurar por igual las transformaciones y la convivencia democrática”,
como se dijo en “PULSEADA
COMUNICACIONAL”
que proponía Edgardo Mocca.
Podrían
sumarse varios más a los repasados por el periodista, que olvidó o que pasó por
alto para una exposición higiénica. Todos ejemplos de dardos con tinta envenenada,
tirando al blanco. Pero hay uno en particular...: Vatayón Militante. No por la
agrupación sino nuevamente por el tema de los presos. Presos también de la
invisibilidad, dijimos oportunamente. Presos del submundo del delito intramuros
que la prensa -y parte de la clase política también- sólo tiene en cuenta
cuando la circunstancia suma a algunos de sus shows, para luego mandar a
guardar libreto, vestuario y escenografía.
Este
mes el Comité contra la Tortura de la Comisión Nacional por la Memoria entregó
su Informe Anual, referido a las torturas en las cárceles de la provincia de
Buenos Aires. Indica que durante el 2011 las muertes violentas en las
cárceles del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) sumaron 129; y las
denuncias por violaciones a los Derechos Humanos, 7089. Brutal. Tanto como el
silencio sepulcral, generalizado, que envuelve al tema; sobre este Informe y
acerca de los sucesos inmediatos.
¿Por
qué? ¿Porque el gobernador es una de las esperanzas blancas para la prensa
hegemónica que lo tironea, como se dice por ahí; alguien que ella quisiera que
cerrara por derecha el capítulo kirchnerista?
Dice
el primer párrafo de una nota, indignante por los hechos, del periodista Horacio
Cecchi: “Un preso de la U46 de San
Martín; otro de la U23 de Varela, y un tercero de la U9 de La Plata, fueron
asesinados a facazos en lo que el SPB suele definir frente a periodistas,
fiscales y jueces, bajo el irrelevante rubro de “muerte en riña”, que escamotea
su responsabilidad de custodia. Las muertes ocurrieron el jueves 16, viernes 17
y sábado 18 de agosto, ocho, nueve y diez días después de que el gobernador
Scioli recibiera por primera vez personalmente el Informe 2012, sobre torturas
y violencia en cárceles y comisarías, de la Comisión Provincial por la Memoria,
y se comprometiera a poner mano en el asunto. No está claro si es tiempo o
disposición lo que falta.”
Increíblemente
esto sucede durante un Gobierno que ha hecho de los Derechos Humanos su
bandera. Tan increíble como que continúe demorado el tratamiento, en el Senado
de la Nación, del proyecto de ley que prevé establecer
un Sistema de Prevención de la Tortura; proyecto aprobado
por unanimidad en Diputados. Tan increíble como que así estén dadas las cosas cuando
en la provincia existen, según cifras del Ministerio de Justicia y Seguridad bonaerense,
cerca de 5000 casos con ciudadanos privados de su libertad en investigaciones
basadas en testimonios y pruebas dudosas, que pueden ser asimiladas a la lógica
del más resonante: Candela Sol Rodríguez, la niña de 11 años secuestrada y posteriormente
asesinada. Una causa judicial basada en datos falsos, pruebas plantadas,
testigos no identificados y el arresto de personas inocentes. “Un montaje que no tuvo otro propósito que el
de encubrir, en los arrabales de ese crimen, los negocios de los uniformados
con el hampa en la zona de Hurlingham y San Martín”, escribió algún arriesgado
por ahí.
¿Y
el escándalo mediático? Bien, gracias. No existe. Cierta prensa sólo está
interesada en tirar a sus blancos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario