Transmitir
sin ningún tipo de filtro la mala interpretación de un hecho o un documento, pasado
o presente, puede indicar muchas cosas: desde imbecilidad hasta canallada -cada
uno de los estadios con su respectiva cuota de irresponsabilidad-, dependiendo de
la importancia del asunto y de la intencionalidad e intensidad de su difusión. Y
estos dos últimos meses nos han cargado bastante de estas cosas.
No
fueron 60 días ligeros de acontecimientos. Quebraron la otrora somnolencia que solía
caracterizar a las vacaciones estivales. Por lo menos políticamente hablando.
Pueden
hacerse muchas conjeturas acerca del por qué. Cualquiera de ellas, seguramente,
conducirán a concluir que en estos últimos años la política ha resucitado en la
Argentina. Y que el 2013 no será un año tranquilo en ese sentido. El
chiste de Rudy y Paz que ilustra este post, es sólo una pequeña muestra de lo
que se viene.
Aquí
estaremos nuevamente. Reflexionando, opinando y debatiendo.
(1) Los Mayas utilizaban más de un
calendario: uno de cuenta corta y otro de cuenta larga. El primero, de 365 días,
era utilizado para la vida cotidiana y se basaba en las posiciones aparentes
del Sol a lo largo de un período completo de traslación de la Tierra en su
órbita. El calendario de cuenta larga era de 144 mil días; servía para destacar
fechas importantes que necesitaban un registro permanente y les permitía hacer
cálculos y establecer hitos hacia el futuro y hacia el pasado. Para la
denominación maya un día era un kin, 360 días eran un tun y 144 mil días eran
un baktun. El 21 de diciembre de 2012 culminó el baktun 13.