viernes, 13 de diciembre de 2013

LAS AGENDAS DE SIEMPRE

A pesar de las negociaciones paritarias que recuperaron los trabajadores en estos años de gobierno kirchnerista, a esta altura del calendario los reclamos salariales suelen infiltrarse a codazos en la agenda política. Un plus en el ocaso de cada año.
Pablo Moyano, el Secretario Adjunto del gremio de los camioneros, por sus prácticas un indiscutible discípulo de su jefe y padre, pretende extorsionar con un paro nacional de 48 hs. si sus afiliados no reciben un bonus track de $ 4.500.- en el arbolito de Navidad este 2013; una atención extra-salarial que ya consiguió otros años (de menor monto, por supuesto), que evidentemente considera derecho adquirido y por lo tanto intocable, y que, también evidentemente, en esta oportunidad juzgó que debería ser equivalente a un 125 % del salario mínimo, vital y móvil que regirá desde enero de 2014, o bien a aproximadamente la tres cuarta parte del actual salario promedio del país. ¿En virtud de qué…? Medio pretensioso el hombre…
Un estudio que contempla datos de la última campaña, realizado por integrantes del grupo de mecanización agrícola del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), realizado en el marco del “Proyecto de Eficiencia de Cosecha, Poscosecha de Granos y Forrajes, y Valor Agregado en Origen”, arrojó que el 34 % de los camiones utilizados en el transporte de granos causa una pérdida de 167 mill de U$S anuales, porque son unidades sin mantenimiento u obsoletas, que contribuyen al desperdicio de los granos. Ningún periodista le hizo notar esto ni su despropósito, aunque sí le preguntaron si había considerado que esa huelga podría generar desabastecimiento. Su respuesta: “Qué se yo…”, y lo valoró como un problema del Gobierno.
¡Cuánta violencia esconde esa indiferencia, y cuánto egoísmo!, además de irresponsabilidad. Indiferencia por las consecuencias que la decisión pueda acarrear a sus conciudadanos. Egoísmo porque el de los camioneros está entre los gremios mejor pagos, pero pretenden más…
La indiferencia en sí misma, tratándose de desaprensión hacia los semejantes, cuando sólo se considera que lo único que vale son los logros para uno y el bienestar de uno, es uno de los comportamientos más violentos que se puedan tener. Violencia silenciosa, disfrazada, sin golpes, pedradas, gases ni tiros, pero violencia al fin.
Parece que recién pasado el pico de tensión a la que más del 70 % las fuerzas provinciales de seguridad del país sometieron a la sociedad argentina con el indebido e inaceptable abandono de sus funciones (que no son cualquier cosa), poniendo en jaque la convivencia pacífica al favorecer (intencionalmente o no) con su auto-acuartelamiento el vandalismo probadamente organizado en varios casos, a algún otro le gustó aquello de:  si no nos das lo que queremos, mirá lo que pasa…”.
En el caso de los que se anotaron para participar en esta etapa del “juego de la desestabilización”, los Moyano, lo extorsivo es parte de su métier según rezan sus antecedentes. En el caso de las fuerzas de seguridad, si bien la actitud fue extorsiva, la mejor calificación del acto es: sedición. Y no son pocos entre los de siempre los que festejarían tener la fuerza suficiente para mudarlo a rebelión, pero por ahora se tienen que conformar con ir construyendo. Y ¡cuidado!, que se construye ladrillo a ladrillo; siempre con el “invalorable” soporte mediático. Mintiendo, desvirtuando, descalificando…; en suma, manipulando.
Como los uniformados consiguieron lo que querían, y más también, todos los pronósticos anuncian que lloverán reclamos de quienes están vinculados laboralmente al Estado. Los estatales propiamente dichos, los docentes, los servidores de la salud... Legítimos o no, es de esperar que las formas y la escalada no atenten contra la paz social.
También es de esperar que los Gobiernos nacional y provinciales hayan tomado nota. Hay que repensar, redefinir, reeducar y reestructurar -¡DEPURAR!- de una vez por todas a las policías. Una deuda de larga data que debería ser incluida en la agenda política 2014 entre los muchos otros temas que ya se perfilan contemplados en ella.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

¿EXTORSIÓN SOLAMENTE?

Sí, como se anticipó en el último post, el tufo que emanaba de los acontecimientos en la provincia de Córdoba resultaba conocido. Permitía afirmar que las cosas no estaban bien y conjeturar que algo más podría suceder… Y sucedió.
El conflicto policial que comenzó el 4 de diciembre en “la docta”, fue la chispa inicial; y éste se propagó inéditamente, tanto por su alcance como por la rapidez. Se extendió a 17 provincias; y los auto-acuartelamientos favorecieron los saqueos organizados, convocados a través de las redes sociales, que dejaron muertos y heridos en cifras que aún no están del todo claras.
No creo en las casualidades y menos cuando está de por medio la policía”, dijo el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel. No fue el único incrédulo. A la hora de referirse al comportamiento extorsivo de las policías (¿fue sólo eso?), en el discurso que dio ayer en el Museo del Bicentenario con motivo de celebrarse el 30° aniversario de Democracia ininterrumpida Cristina Fernández de Kirchner no pudo ser más clara: “No soy ingenua, no creo en las casualidades, tampoco creo en los hechos que se producen por contagio. Por contagio son las paperas, la varicela o la rubéola, pero algunas cosas que pasan en la Argentina y algunas cosas que pasan en determinadas fechas y con determinados protagonistas no son por contagio, son por planificación y ejecución con precisión quirúrgica”. Habló sin ambages. Sus palabras estuvieron en línea con lo que en este espacio se sostuvo la última vez: “No hay que confiarse de que quienes juegan con fichas negras -acordes a su propia negrura interior- aceptarán mansamente el rol que este tiempo les ha asignado”.
“…es una tradición histórica de las fuerzas de seguridad y armadas”, dijo también Pérez Esquivel, refiriéndose a los intentos de condicionar y someter al poder político. ¡Claro!, ya pasó; por ejemplo, en 2012 con la Gendarmería y la Prefectura. Y ni hablar del Ejército, que en la incipiente Democracia de los años ’80 -“la Democracia con libertad condicional”, como fue bien graficada ayer- protagonizó varias asonadas.
Lo plausible de estos días fue la declaración conjunta que firmaron los legisladores, representando a todo -o casi todo- el arco político, contra las protestas de “quienes deben ser protectores de la población y no promotores del caos” (palabras del Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich) y los actos vandálicos (1). Una actitud de consenso, poco frecuente, que tuvo mucho de aquella madurez que no tuvo el comunicado de la diputada Victoria Donda, que tras las casi únicas palabras sensatas (2) con que arrancó, como de costumbre terminó mezclando peras con  manzanas.
Fueron días de “conductas propias de atentados contra el orden público, los poderes públicos y el orden constitucional”, señaló sin exagerar la Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó; conductas que habrá que someterlas al peso de la ley; conductas que, sin embargo, no pudieron impedir -sólo empañaron- los festejos por lo que es el período democrático ininterrumpido más largo de nuestra joven historia como país. Una Democracia que no es inconclusa, como se escribió por ahí, sino, en todo caso, una Democracia cada vez más profunda, en desarrollo, enmarcada en una independencia todavía inacabada.
  
 (1) La forma de expresarse de los efectivos es una injustificada modalidad que no se corresponde con la situación de personas que se encuentran armadas en defensa de la ley”, expresaron  y firmaron Federico Pinedo, Juliana Di Tullio, Elisa Carrió, Mario Negri, Carlos Brown, Jorge Valinotto, Gerardo Milman, Carlos Heller, Darío Giustozzi, Mario Das Neves, Claudio Lozano y Juan Carlos Zabalza.
(2)La legitimidad que puede tener un reclamo salarial se ve afectada por un método de protesta que pone en vilo a nuestra sociedad, liberando las ciudades para que delincuentes y oportunistas lleven el miedo y la angustia a los barrios en donde viven argentinos honestos que trabajan todos los días”.

sábado, 7 de diciembre de 2013

EL TABLERO


Pase lo que pase los Medios reducen el debate a una agenda única y los periodistas a un lado y al otro del arco ideológico entran (mos) a veces mansamente en ella adoptando sentimientos encontrados”, escribió últimamente Néstor Piccone, coordinador de la Coalición por una Radiodifusión Democrática, primer presidente de la Federación Cooperativa de Productores de Contenidos Audiovisuales (FECOOPTV) y ex gerente periodístico de Radio Nacional.
Sucede muchas veces. Todos corriendo detrás de los temas que a alguno/s se le/s ocurre instalar, desviando la atención de los reales e/o importantes o desvirtuándolos. Son las trampas de la que ya en otra oportunidad se ha hablado aquí. Y a ello se agrega una figura interesante… “la prensa del carpetazo”, como denominó hace un tiempo Agustina Larrea en una nota para Ámbito Financiero; aquella prensa que camufla de periodismo de investigación a cualquier brulote, sobre todo “en épocas en las que la rivalidad política alcanza alto voltaje”.
Pero con y desde la reaparición pública de la Presidente el escenario se modificó sustancialmente. Cristina Fernández de Kirchner volvió con cambios. Grandes. Respondiendo a aquella característica que es tan propia del kirchnerismo: manejarse muy bien -o mejor- ante o en la adversidad. Sobran antecedentes de esto.
Algunos cambios eran imaginables y otros no; cambios que esperanzan y entusiasman a quienes adhieren al proyecto de país en construcción y, lo digan o no, aunque las actitudes lo demuestran, enardecen a quienes ese mismo proyecto irrita, tengan o no motivos y sepan o no por qué; aquellos para los que los Medios a los que Piccone hace referencia se desviven por horadar al Gobierno; en los que encuentran eco.
El problema que ha tenido últimamente esa prensa es que los cambios fueron tales que desde que la primera mandataria saludó al país por la pantalla apenas iniciada la segunda quincena de noviembre, les arrancó de las manos la agenda. Ésta no ha dejado de estar en las de su Gobierno, con una serie de jugadas maestras que dan por tierra, al menos por el momento, con sus predicciones / fantasías / deseos.
Los cambios en el gabinete superaron largamente (¿habrá más?) las especulaciones previas. La modificación radical en la estrategia de comunicación descolocó a más de uno. La reanudación del diálogo con “los titulares” (definición de la Presidente), gobernadores y empresarios, a ritmo vertiginoso, ratificando el rumbo, despabiló a quienes se ensoñaron con un “fin de ciclo”. Un plan quinquenal de obras públicas, ambicioso como hacía tiempo que no se veía, para sostener crecimiento y desarrollo. El cierre de varios conflictos con quienes han ganado juicios en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI), un lavado de cara que preanuncia una Argentina aprestándose a salir nuevamente a los mercados internacionales para financiar ese crecimiento y desarrollo al que se apunta. Un resonante preacuerdo con Repsol por el resarcimiento de las acciones de YPF, que se tradujo en manifestaciones de interés desde el exterior por invertir en la compañía, lo que podría llevar a la Argentina de ser un país con petróleo a ser un país petrolero dado el potencial de Vaca Muerta; que hace que a los ojos de la consultora americana Bloomberg la Presidente quede como una negociadora fuerte ante el mundo del que la Argentina algunos suponen fuera. La resucitación del proyecto de modificación y unificación de los Códigos Civil y Comercial… Todos cambios de alta densidad política...
Es esa prensa de la que hablamos antes la que ahora debió correr desde atrás. Con sus intenciones y métodos archiconocidos, pero desde atrás, porque la iniciativa se ubicó enfrente.
Veremos cuánto tiempo podrá sostener el Gobierno la partida en esas condiciones. Hablar de jaque mate es una utopía, además de ingenuo e imprudente. Y no hay que confiarse de que quienes juegan con fichas negras -acordes a su propia negrura interior- aceptarán mansamente el rol que este tiempo les ha asignado. Lo sucedido esta semana en la provincia de Córdoba tiene tufo conocido; y puede estar indicando algo.



jueves, 5 de diciembre de 2013

UNA LÁGRIMA



Fuente: Télam


Hoy, a los 95 años de edad, falleció quien fue, es y será un ejemplo para el mundo: NELSON MANDELA.
Quien conoce su vida y su lucha por la libertad, contra la discriminación, hoy derramó una lágrima.