viernes, 30 de septiembre de 2011

PARA PENSAR EN OCTUBRE


En ese rincón que he llamado “PARA PENSAR…”, desde el que convoco a meditar -sin la presión del tiempo- acerca de los temas que en él deposito aleatoriamente, como salpicaduras, hoy he incluido uno nuevo para el mes de octubre.
Dado que el tema propuesto en junio para discutir no contó con comentarios -es decir, no generó debate-, en esta ocasión lo introduje en la página indicada toda vez que, insisto, considero que es para pensar...; y "PARA DEBATIR" quedó anulada.


martes, 13 de septiembre de 2011

LAS FUERZAS MORALES (Parte IV)

En los 3 últimos parágrafos del primer capítulo José Ingenieros hace hincapié en lo necesario que resulta la energía para alcanzar cualquier objetivo. Se entiende que con independencia de éste/estos. No se inmiscuye con el/los objetivo/s. Recuérdese que para el autor la experiencia social es incesante renovación de conceptos, normas y valores”; y los cambios, surgidos de renovados ideales, son producto de esa dinámica. Consecuentemente, los objetivos varían.
Nuevamente invoca a los ideales, a los que no basta con pensarlos sino que “hay que aplicar todo el esfuerzo a su realización -sostiene-. Y habla de pereza cuando no se pone la intensidad necesaria en ello (su realización), aunque advirtiendo que “energía no es fuerza bruta: es pensamiento convertido en fuerza inteligente. Pensamiento y acción son inseparables para Ingenieros; pensamiento sin acción, y viceversa, son inconducentes.
Al igual que en parágrafos anteriores, permanentemente juega en sus apreciaciones con los contrastes. Y remata el capítulo con un desafío: “Cada generación debe llegar como ola vigorosa a romperse contra la mole del pasado para hermosear la historia con el iris de nuevos ideales”, que suena más a imperativo, al agregar primero: “juventud que no embiste, es peso muerto para el progreso de su pueblo”; y más adelante:Los jóvenes que no saben mirar hacia el Porvenir y trabajar para él, son miserables lacayos del Pasado y viven asfixiándose entre sus escombros”.

Resumen.
José Ingenieros resume los conceptos del primer capítulo en la primera frase de cada parágrafo. Sin embargo, a modo de síntesis, para quien escribe puede ensayarse el siguiente arco conceptual:
·       Los ideales surgen de la fuerza moral que se inspira en el deseo de mejorar lo real. Y esto último gira alrededor de lograr la justicia social. Agrego: lograr la justicia social es lograr una Nación socialmente más justa, más equitativa, más solidaria; con mayor conciencia y responsabilidad social.
·       Dado que las fuerzas morales son modelables con el transcurso del tiempo, porque nacen, viven y mueren en función de las sociedades y su evolución, cada generación renueva sus ideales. En un perpetuo devenir. Y es la juventud la depositaria de esa responsabilidad en cada ocasión. No exclusiva depositaria, pero sí principal.
·       Hay que estimular a la juventud a que tenga ideales. Una sociedad que carece de ellos es una sociedad mediocre, que no piensa. Agrego: opaca, tan resignada como vulnerable.
·       Hay que estimular a la juventud a que se capacite. Un brazo vale cien brazos cuando lo mueve un cerebro ilustrado; asimismo, un cerebro vale cien cerebros cuando lo sostiene un brazo firme. Aunque ilustrarse no evita totalmente la posibilidad de equivocarse, impide apasionarse ciegamente. Agrego: y/o caer en la trampa de sofismas.
·       Hay que estimular a la juventud a que sea entusiasta. Por el envejecimiento espiritual y moral de las viejas generaciones, la juventud se enfrentará a bastardeados apetitos, a resistencias inmorales que apuntalan el pasado, y deberá contar con entusiasmo para abrir paso a los cambios que demandan sus ideales. Ideales sin entusiasmo son estériles. Agrego: si existe el entusiasmo los ideales se transforman en sed de cambios.
·       Hay que estimular a la juventud a que aplique todo el esfuerzo a la realización de sus ideales. Que éstos no queden en pensamiento, porque pensamiento sin acción es inconducente; lo mismo que actuar sin pensar. Agrego: para esforzarse or algo hay que desearlo, no anhelarlo. El anhelo implica una actitud pasiva, mientras que el deseo induce a una activa; habiendo deseo real y sincero habrá objetivos, y con ellos acción. Con relación a los ideales, el deseo real no es otra cosa que sed de cambios.
Es en este último punto donde José Ingenieros cierra un primer círculo; vuelve al punto “pensar”. Para el autor, la carencia de pensamiento se constituye en una de las peores carencias de una sociedad.

martes, 6 de septiembre de 2011

¿QUIÉN MANDA AL QUE MANDA? (Parte V)


J. Stiglitz - P. Krugman
La posibilidad de un default de los países líderes de la economía mundial, genera mucho temor. Bastante se habló del caso Argentina, como ejemplo que podría/debiera seguir Grecia en vez de aceptar los condicionamientos que finalmente aceptó. Incluso los economistas Joseph Stiglitz y Paul Krugman, Premios Nobel de Economía 2001 y 2008, respectivamente, insisten con que los logros alcanzados por nuestro país indican que el camino elegido es para tener en cuenta. Y los capitales se espantan… Tratan de silenciar sus comentarios tomando la medida aleccionadora de descender la calificación argentina, como lo hizo Moody’s una semana atrás. Una maniobra tan burda por carecer de todo sustento que hasta los opositores al Gobierno no tuvieron otra alternativa más que descalificar la medida.
EEUU tampoco escapó a la crisis de las deudas ni a la posibilidad de una cesación de pagos parcial. Uno se pregunta cómo es posible si a ese país se lo tiene como la potencia económica por excelencia por el volumen de riquezas que se supone genera a uno y otro lado de sus fronteras, cuya moneda constituye el patrón monetario mundial y su voz resulta de las más influyentes en los organismos internacionales desde donde impone en gran medida su voluntad. Sucede que, en determinados niveles, el capital no tiene patria ni bandera. Sólo intereses. Y el gobierno de los EEUU, evidentemente, también puede quedar atrapado en las maniobras de las corporaciones y expuesto a la voluntad de ellas y la de sus representantes. He aquí el por qué del título de esta serie de notas.
Si bien el sistema político desde los años ’80 había renunciado regular las corporaciones financieras, en virtud de una ley de reforma de Wall Street aprobada hace un año una auditoría integral realizada por la Oficina Gubernamental de Rendición de Cuentas (GAO) permitió saber que la Reserva Federal (Fed), desde el 2007 a esta parte, suministró más de 16 billones de dólares en asistencia financiera a algunas de las más grandes corporaciones e instituciones financieras de los EEUU -más de las tres cuartas (¾) partes de esa suma- y del resto del mundo; cifra 10% superior al PBI 2010 de los EEUU; cifra similar a su deuda pública total, empleada secretamente en rescates aparentemente fraudulentos y muy beneficiosos para los tomadores de ese dinero.
A pesar de ser el Banco Central de los EEUU, contrariamente a toda lógica democrática la Fed no está obligada a rendir cuentas ante ninguna instancia de control democrático dado su carácter de entidad autónoma; es decir, en la práctica, su carácter privado. Carácter similar al que pretendía dársele a nuestro Banco Central, desde algún sector político, cuando los vientos privatistas corrían por nuestro país y sonaban los cantos de sirenas en favor de un Estado ausente.
Por eso la Fed pudo hacer lo que hizo. Incluso ni siquiera está obligada a acatar las recomendaciones que la GAO formuló.
Sólo un senador, Bernie Sanders, se manifestó en relación a lo sucedido. Dijo: “Esto es un clarísimo caso de socialismo para los ricos y descarnado individualismo tipo “sálvese quien pueda” para los demás”.
Que el Informe de la GAO fuera prácticamente silenciado por la prensa y la reacción del Congreso, que en cualquier parte significaría un escándalo, haya sido el mutismo, pone en evidencia que la crisis por la que atraviesa actualmente los EEUU también es política. El presidente demócrata debe lidiar con un Congreso en el que imperan insensibles e intransigentes demandas republicanas. Y la prensa… ¡sabemos quiénes son y qué representan los medios de comunicación en el sistema global tal como hoy está estructurado!
Que la auditoría de la GAO haya dejado al descubierto que una cifra así, billonaria, haya sido destinada en beneficio de las corporaciones financieras mientras la crisis avanzaba sobre la sociedad estadounidense, hundiendo en la pobreza a los sectores más desprotegidos –y a los hasta ahora no tanto-, lleva mínimamente a reflexionar sobre la desigualdad en la distribución de los esfuerzos requeridos para enfrentar la crisis.
El hecho por sí mismo no es menor, pero lo es menos si se tiene en cuenta el crecimiento de la pobreza durante los últimos años. ¡Allí, en los EEUU! Aunque sea una realidad que no muestran los folletos turísticos ni muchas series de TV ni películas de Hollywood, las cifras son elocuentes: actualmente 46 millones de americanos reciben asistencia vía cupones destinados a asegurarles un umbral de alimentación, siendo la masa de beneficiarios un 74% superior a la del año 2007. Una de cada ocho personas y uno de cada cuatro niños dependen de esos cupones. Es que poco antes de asumir el presidente Barack Obama (enero 2009), el desempleo se ubicaba en el 6,5% -es decir, más de 10 millones de personas- y hoy alcanza el 10%, con un desempleo juvenil superior al 25%. Y suman 200.000 las ejecuciones mensuales de hipotecas; aquellas hipotecas…
La pulseada derivada del posible default, entre presidente y Congreso, terminó en acuerdo para aplicar un duro programa de ajuste fiscal que alcanza los 2,5 billones de dólares sin que el mismo afecte al gasto militar y su eventual aumento. Una reducción de gastos para achicar el déficit que durará una década, según lo anunció el mismo presidente, y en la que Equidad continuará ausente a la hora de los esfuerzos. Para no ser menos que el viejo continente, que cada vez está más desunido y menos solidario, donde los países más ricos cuestionan que tengan que ayudar a los menos ricos, aunque ninguna asimetría importaba cuando pugnaban por hacerlos parte del bloque regional, atarlos a sus políticas y hacerles dejar su moneda propia.
Los “cupones de comida” serán recortados a pesar de las objeciones de distintos organismos internacionales. Lo mismo sucederá en salud y educación.
Medicare fue una aspiración no alcanzada por William Jefferson "Bill"  Clinton (1993-2001), que sí logró la actual administración y se verá afectado por el ajuste. Se trata de un programa de salud pública, larga y fuertemente resistido por los republicanos, que beneficia a aproximadamente 35 millones de norteamericanos que no contaban -y dentro de poco, quizás, nuevamente no cuenten más- con ese tipo de cobertura; programa que demanda asignaciones presupuestarias significativas por los tradicionalmente altos costos de la salud.
Es que el de la salud es un pingüe negocio de los laboratorios, las empresas de salud, etc.; es decir, de los privados. Y, para algún sector de la sociedad, las arcas del Estado están para cosas más importantes; por ejemplo, como se vio, rescates financieros. También para cuestiones que huelen a pólvora, porque cuando el olor a pólvora y muerte se disipa el ambiente se impregna, casi mágicamente, del perfume que ellos consideran el más seductor: el del petróleo. Afganistán e Irak insumen 9.500 millones de dólares mensuales; el 9,6% del presupuesto de Defensa, que puede incrementarse según las condiciones del futuro ajuste fiscal. Libia, a la vista…
¿Quién manda al que manda?

viernes, 2 de septiembre de 2011

PARA PENSAR EN SEPTIEMBRE

En ese rincón que he llamado “PARA PENSAR…”, desde el que convoco a meditar -sin la presión del tiempo- acerca de los temas que en él deposito aleatoriamente, como salpicaduras, hoy he incluido uno nuevo para el mes de septiembre.